“El corte de electricidad en Gaza por parte de las autoridades israelíes y otras medidas punitivas contra la población civil de Gaza equivaldrían a un castigo colectivo ilegal, que es un crimen de guerra”, ha dicho este lunes el director de Human Rights Watch (HRW) para Palestina y los territorios ocupados, Omar Shakir, en un informe.
La nota critica que las autoridades israelíes hayan reprimido sistemáticamente a los palestinos durante décadas y que, desde 2007, hayan impuesto un bloqueo aplastante a la población de Gaza.
En este sentido, el informe denuncia el anuncio hecho el sábado por el ministerio de energía de Israel de que ya no proporcionarían electricidad a los 2,2 millones de residentes de Gaza, mientras el régimen sionista intensificaba sus ataques contra el enclave costero en la nueva ola de conflicto con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
Este mismo lunes, el ministro de asuntos militares de Israel, Yoav Gallant, ha ordeando un “asedio total” contra la Franja de Gaza y dice que los sionistas están luchando contra “animales humanos”. “Ni electricidad, ni comida, ni agua, ni gas, todo cerrado”.
HRW, de igual modo, ha deplorado la represión sin precedentes que enfrentan los palestinos en lo que va del 2023. “Durante los primeros nueve meses de 2023, las autoridades israelíes asesinaron a más palestinos en Cisjordania que en cualquier año desde que las Naciones Unidas comenzaron a registrar sistemáticamente las muertes en 2005”, se lee en el texto, que también alude al alto número de palestinos en detención administrativa sin cargos ni juicio.
Amnistía urge cese de apartheid israelí
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) ha enfatizado esta misma jornada la necesidad de “abordar con urgencia las causas profundas de estos ciclos repetidos de violencia”, y al respecto, ha urgido el fin del “bloqueo ilegal de 16 años de Israel contra Gaza, y todos los demás aspectos del sistema de apartheid de Israel impuesto a todos los palestinos”.
Israel ha de “abstenerse de incitar a la violencia y las tensiones en la Cisjordania ocupada (...) especialmente en torno a lugares religiosos”, insta Amnistía.
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