En vísperas del 74.º aniversario de ocupación de tierras palestinas, las fuerzas israelíes han vuelto este jueves a agredir la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds (Jerusalén), impidiendo que los musulmanes palestinos entren en los patios de la Mezquita y hagan sus oraciones. De hecho, les han asaltado, lanzando bombas de sonido y gas, así como balas de metal recubiertas de goma.
Se trata de “una peligrosa medida provocativa y una provocación directa que presagia una explosión generalizada”, cuyas consecuencias recaen directamente al gabinete del régimen de ocupación israelí, ha alertado el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), por medio de un comunicado.
Según avisa la nota, el régimen de Tel Aviv trata de imponer la “política de la realidad ficticia” en la Mezquita; sin embargo, nunca alcanzará este objetivo, gracias a la defensa brindada por la Resistencia palestina al lugar que se considera el tercer sitio más sagrado para todos los musulmanes del mundo, agrega.
El movimiento palestino, además, ha pedido a la Umma (comunidad islámica) que apoyase al pueblo y la causa palestinos hasta la eliminación del régimen sionista.
En efecto, ha tachado la existencia de Israel de una “mancha de vergüenza en la frente de la comunidad internacional”, que mantiene un enfoque de doble rasero, a la hora de abordar los derechos legítimos de los palestinos, ha indicado.
Israel teme represalia de la Resistencia
La nueva ronda de atrocidades israelíes en Al-Aqsa se ha producido luego de que un grupo de colonos israelíes, a través de una convocatoria provocativa, llamara la semana pasada a dirigirse este jueves a la Mezquita Al-Aqsa con motivo de conmemorar el aniversario de la expulsión de los palestinos de sus tierras, un hecho que tuvo lugar el 15 de mayo de 1948.
Alarmado por la reacción de los grupos de Resistencia palestinos, el régimen israelí desplegó su escudo antimisiles, conocido como la Cúpula de Hierro en Al-Quds y Tel Aviv, según informaron el miércoles medios hebreos.
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