“El uso del arresto domiciliario no está conectado con el cumplimiento de una condena: los niños no tiene oficialmente cargos por ningún delito, pero les detienen y les ponen en libertad si acceden a la condición de permanecer en arresto domiciliario antes de la celebración del juicio", ha criticado Olivia Watson, responsable de incidencia política de la Defence for Children International Palestine (DCIP).
El uso del arresto domiciliario no está conectado con el cumplimiento de una condena: los niños no tiene oficialmente cargos por ningún delito, pero les detienen y les ponen en libertad si acceden a la condición de permanecer en arresto domiciliario antes de la celebración del juicio", critica un grupo de derechos humanos.
Esta práctica conlleva “serias consecuencias” para la “educación” y la “salud mental” de los menores palestinos y tiene “efectos psicológicos perniciosos”, ha agregado esta Organización No Gubernamental (ONG).
Según DCIP, los infantes son acusados de actos como arrojar piedras contra los soldados y vehículos militares del régimen de Tel Aviv, razón por la que pasan hasta meses sin poder salir de sus casas, ni siquiera para ir a la escuela o el médico.
Esta medida además provoca “estrés” y “tensión” en las familias de los condenados, ya que los padres se convierten en guardianes de los hijos.
El Comité para Asuntos de los Prisioneros Palestinos informó en julio pasado que el régimen israelí ha sometido durante los últimos dos años a más de 230 niños palestinos a arresto domiciliario en Al-Quds.
De acuerdo a este organismo palestino, los tribunales del régimen de Tel Aviv también multan a las familias de los menores condenados que no cumplieron la pena.
Los niños palestinos además sufren malos tratos, métodos brutales e inmorales de tortura en las cárceles del régimen israelí.
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