A Kayed Fosfus (uno de los presos palestinos) le duele todo el cuerpo. Ya ha perdido gran parte de la vista. No siente la parte inferior de su cuerpo y según los médicos puede perder la vida en cualquier momento.
Aun así, este hombre de 31 años, que lleva un año en las cárceles israelíes sin que se hayan presentado cargos en su contra lo tiene muy claro. ¡O la libertad o la muerte! Es uno de los 7 palestinos que mantienen una huelga de hambre indefinida contra su detención administrativa. Entre ellos, Kayed es el que más días lleva sin probar bocado: 116 días.
En ojos de los palestinos, Kayed y sus compañeros son héroes nacionales. Conscientes de su delicado estado de salud, las calles de Palestina, son todos los días escenario de manifestaciones que exigen su liberación.
La huelga de hambre de estos 7 hombres, ha movilizado a toda Palestina, desde abogados hasta sindicalistas piden el fin de la polémica detención administrativa que ilegítimamente ha puesto tras las rejas a unos 500 palestinos.
Mientras las concentraciones se intensifican, el tiempo corre para los presos en huelga de hambre que en cualquier momento podrán caer mártires. Desde el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), advierten a Israel, de que recae en ellos la responsabilidad de todo lo que ocurra los prisioneros.
Joane, La hija de Kayed, espera que la lucha que inició su padre hace 116 culmine en victoria y que pueda abrazar una vez más a su padre.
mag/hnb
