A través de un mensaje difundido el domingo en su cuenta en la red social de Twitter, Hernández anunció que trasladará la delegación diplomática de Honduras a la ciudad palestina de Al-Quds para el fin de este año en curso, aunque lo ha condicionado a la evolución de la pandemia del coronavirus, causante de la COVID-19.
“La declaración del presidente hondureño sobre el traslado de la embajada a Al-Quds es una continuación de su habitual política de voto en las Naciones Unidas”, ha reaccionado este lunes Saeb Erekat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
En declaraciones ofrecidas a la agencia española de noticias Efe, Erekat ha señalado que la decisión del Gobierno hondureño sobre Al-Quds pone de manifiesto su falta de respeto por la ley en general y por el sistema de derecho internacional en particular.
“Enorgullecerse de anunciar una violación de las obligaciones de Honduras bajo la ley internacional muestra una falta de respeto por la ley”, ha lamentado.
De concretarse el traslado, Honduras se sumaría a EE.UU. y Guatemala, los únicos países que han tomado la referida medida, mientras que las legaciones diplomáticas de los Estados que tienen lazos diplomáticos con el régimen israelí se encuentran en Tel Aviv.
De hecho, para la mayoría de la comunidad internacional la sagrada ciudad de Al-Quds es un territorio ocupado, por lo que no debería instalarse embajadas en esta urbe.
Las autoridades palestinas consideran tales medidas parte de los planes proisraelíes del presidente de EE.UU., Donald Trump, cuyo principal objetivo es legalizar la ocupación israelí de los territorios palestinos. Por ello, prometen romper lazos diplomáticos con los países que trasladen sus embajadas a Al-Quds, algo que constituye una violación del derecho internacional.
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