El Ministerio del Interior de Alemania anunció el jueves la prohibición de toda actividad del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en su territorio y lo ha designado como una “organización terrorista”.
A través de un comunicado emitido el viernes, Hazem Qasem, un portavoz de HAMAS, denunció que tal medida muestra el claro apoyo de Berlín “al relato de los ocupantes” que siguen cometiendo ataques y actos de terrorismo contra los pueblos árabes.
“Este acompañamiento con la narración de la ocupación sionista lo alienta a continuar su agresión y rebelión contra todas las normas y resoluciones internacionales”, dijo Qasem para luego enfatizar que los ocupantes israelíes y sus líderes son los que deberían ser clasificados como terroristas y procesados por cometer crímenes durante más de setenta años.
A su vez, el movimiento de la Yihad Islámica Palestina condenó la medida considerándola una respuesta a las presiones de Israel y EE.UU. También muestra la parcialidad hacia el régimen de Tel Aviv, que está acostumbrada a llevar a cabo agresiones y constituye una amenaza continua para la seguridad y la estabilidad de la región, agregó.
Según la Yihad Islámica, Hezbolá es uno de los principales factores de la resistencia ante las constantes conspiraciones de Israel para atacar El Líbano, pues la medida alemana es rechazada por los países islámicos y todas las personas libres del mundo.
“Apoyamos a nuestros hermanos en Hezbolá, y declaramos nuestra solidaridad y apoyo a su estabilidad y lealtad a la política de resistencia contra el régimen sionista y sus amenazas”, apuntó.
Por su parte, las Cancillerías de Siria e Irán han condenado, en términos más duros, el paso de Alemania y lo han considerado “una rendición ante los dictados del sionismo mundial y su atroz sujeción a las políticas estadounidenses que apoyan a la entidad de ocupación”.
Además, desde Yemen, el movimiento popular Ansarolá denunció a Alemania por “seguir a ciegas” los planes malvados de Estados Unidos e Israel.
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