Según el reporte redactado por el controlador Joseph Saphira sobre la agresión a la Franja de Gaza en 2014, las fuerzas de guerra israelíes (IDF, por sus siglas en inglés) fallaron su principal objetivo, es decir, destruir todos los túneles del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS).
El informe deja al descubierto la falta de preparación de las fuerzas israelíes, ya que, en total, consiguieron localizar y destruir solamente 32 de los túneles usados por los combatientes de HAMAS para realizar ataques contra las fuerzas y objetivos israelíes.
Del mismo modo indica que las fuerzas israelíes ni siquiera contaban con directrices específicas para localizar y destruir los túneles, y que las autoridades militares israelíes, a pesar de estar al tanto de la amenaza estratégica de los túneles, dieron órdenes y directrices claras para hacer frente a esta amenaza días después del comienzo de la agresión.
Asimismo, la IAF (siglas en inglés de la fuerza aérea israelí) no tenía los medios ni la experiencia necesaria para localizar y destruir los túneles, además de que los organismos de inteligencia de Israel no compartieron toda la información que tenían a su disposición con la IAF.
Para empeorar las cosas, en los primeros días de la ofensiva, el gabinete israelí le aconsejó a la fuerza aérea realizar ataques sobre los túneles, algo que, además de no destruir los túneles, hacía muy difícil que las fuerzas terrestres israelíes pudieran acceder a la zona y destruirlos desde ahí.
Entre los grandes fallos del régimen de Tel Aviv durante la agresión a la Franja de Gaza también está la negligencia del premier israelí, Benyamin Netanyahu, y el aquel entonces asesor de seguridad nacional israelí, Yossi Cohen (actual jefe del Mossad), quienes, a pesar de estar al tanto de la seriedad de la amenaza de los túneles, no se molestaron en discutirlo profundamente con el gabinete de seguridad.
Netanyahu y el exministro israelí de asuntos de guerra Moshe Yaalon son fuertemente criticados en el informe por ignorar la precaria situación de los palestinos en la Franja de Gaza y, también, por haber obviado por completo la adopción de medidas diplomáticas para impedir la agresión.
La agresión israelí a la Franja de Gaza, entre julio y agosto de 2014, dejó al menos 2310 palestinos muertos y 10.626 heridos, en su mayoría civiles, mientras que el ejército israelí reconoció la muerte de 67 de sus soldados.
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