Netanyahu sostuvo el lunes en Bruselas, capital belga, una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en la que abordaron la presencia de Irán en la región y los planes para detener al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
Según el comunicado difundido por el canal Hadashot, después de la reunión celebrada a puertas cerradas, Netanyahu pidió a Pompeo que comunique al Gobierno libanés de que Israel emprenderá una acción militar contra Hezbolá, si Beirut no trabaja para evitar el desarme de este movimiento.
Netanyahu también agradeció a Pompeo por la postura de la Administración de Estados Unidos sobre Irán y dijo que esperaba discutir los esfuerzos conjuntos israelí-estadounidenses para “frenar la agresión de Irán en Siria, en Irak, en El Líbano y en otros lugares”, en referencia a la cooperación de Irán con los países regionales para luchar contra el terrorismo.
Washington y el régimen de Tel Aviv han lanzado una campaña contra Hezbolá, al que tachan de un movimiento belicista con el objetivo de allanar el camino hacia una nueva ofensiva contra la Resistencia, según han alertado funcionarios de este movimiento.
El diario israelí Haaretz alertó en enero que, en caso de que Israel emprenda una nueva guerra contra El Líbano, Hezbolá hará llover cada día una media de 3000 a 4000 misiles sobre las zonas palestinas ocupadas por el régimen israelí.
A su vez, responsables de Hezbolá han reafirmado su disposición a defender la soberanía de El Líbano y advertido de que “el enemigo israelí debería pensárselo mil veces antes de lanzar un ataque” al país árabe.
El régimen israelí ha librado tres guerras en El Líbano: en 1982, 2000 y 2006. Después de la última contienda bélica, la capacidad disuasiva de Hezbolá se ha incrementado notablemente, según han admitido las autoridades israelíes, que aventuran que este movimiento cuenta en sus almacenes con aproximadamente 150 000 misiles y podría derrotar al régimen de Tel Aviv.
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