El experto en seguridad del régimen sionista, Yossi Melman, reconoció este lunes que la República Islámica de Irán mantiene una capacidad misilística de gran envergadura, capaz de infligir daños irreparables al régimen sionista.
En un artículo publicado en el diario hebreo Haaretz, Melman afirmó que “Teherán ha disparado en los últimos días 15 misiles balísticos con múltiples ojivas y de alta precisión hacia los territorios ocupados por Israel, lo que demuestra que las capacidades ofensivas de Irán no se han visto prácticamente afectadas por los ataques israelíes”.
Cuestionando las cifras del ejército israelí, que asegura haber destruido más de 200 plataformas de lanzamiento de misiles en territorio iraní, Melman subrayó que “Irán aún posee cientos de plataformas fijas y móviles para el lanzamiento de misiles. Esto le otorga a Teherán una gran flexibilidad en sus ataques reiterados”.
Melman describe la situación actual entre Irán y el régimen de Israel como una guerra de desgaste generalizada y sostiene que esta dimensión militar podría expandirse, abarcando conflictos cibernéticos o enfrentamientos en el ámbito de la inteligencia entre ambas partes. El analista sionista concluyó admitiendo que esta guerra ha entrado en una fase de larga duración, sin perspectivas de una resolución rápida.
Israel y Estados Unidos temen una guerra de desgaste con Irán
A las declaraciones de Melman, que reflejan la creciente preocupación en los círculos militares y de seguridad israelíes sobre la posibilidad de un conflicto regional de gran escala, se suman informes de fuentes israelíes que indican que Irán continuará ejecutando ataques precisos contra objetivos estratégicos en el corazón de los territorios ocupados por Israel.
Fuentes de seguridad citadas por el Canal 13 de Israel afirmaron que el sistema de defensa antimisiles del régimen sionista está enfrentando una presión sin precedentes, especialmente debido al incremento de amenazas provenientes del frente norte en Líbano y del frente este en Siria e Irak. Según estas fuentes, aunque el gabinete del premier israelí, Benjamín Netanyahu, confía plenamente en el apoyo logístico e informativo de Estados Unidos, los análisis sugieren que la administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, aún duda sobre involucrarse completamente en una guerra de gran escala contra Irán. Estas fuentes consideran que Donald Trump prefiere ejercer presión para contener esta escalada de tensiones, lo que podría debilitar y volver más inestable la posición de Tel Aviv si la guerra de desgaste persiste sin resultados concretos.
Reportes occidentales indican que Irán ha intensificado el uso de plataformas móviles y drones suicidas, al tiempo que ha incrementado la coordinación con sus aliados regionales. Según estas fuentes, esta nueva táctica iraní ha debilitado los sistemas de defensa antimisiles de Israel. Un informe del Centro de Seguridad Interna de Israel señala que Teherán ha distribuido su política de disuasión entre sus aliados regionales, apostando por el desgaste prolongado para erosionar el frente interno israelí, tanto en el ámbito político como militar, con el objetivo final de provocar el colapso del régimen sionista.
mkh