Según la fuente, la policía sigue interrogando a los detenidos para esclarecer su rol en las protestas y los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, tras el citado atentado, que se saldó con 15 muertos y 75 heridos.
Los acusados están detenidos actualmente en lugares no identificados y no se sabe cuánto tiempo tardarán los interrogatorios. Todos los detenidos pertenecen a la comunidad cristiana.
En las protestas, los manifestantes arrojaron piedras contra las fuerzas de seguridad e hirieron a varios agentes, a lo que la policía respondió lanzando gases lacrimógenos y disparando balas de goma.
Además, un maestro de escuela fue asesinado, supuestamente, por los indignados, después de que atropellara, sin querer, a un manifestante.
De acuerdo con las imágenes emitidas por la televisión paquistaní, algunos de los manifestantes prendieron fuego a varias tiendas y coches y provocaron disturbios en Lahore.
El grupo terrorista Yamaat al-Ahrar se atribuyó la autoría del atentado contra las dos iglesias.
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