La extradición de Satar Rigui a Irán, crearía un ámbito de confianza entre Teherán e Islamabad.
El pasado 2 de marzo el viceministro iraní del Interior para Asuntos de Seguridad, Husein Zolfaqari, informó del arresto de dos terroristas de Yeish al-Adl, en la región paquistaní de Baluchistán (suroeste), uno de los detenidos, según los informes fue Satar Rigui.
De acuerdo con el diario paquistaní, la detención de Satar Rigui en Quetta (capital de Baluchistán) por las autoridades paquistaníes de seguridad mejorará las relaciones entre Teherán e Islamabad.
Entre tanto, el titular iraní solicitó el pasado miércoles la entrega de Rigui y declaró que el Gobierno de Paquistán tiene que colaborar a este respecto con la República Islámica de Irán.
En este mismo contexto, el analista paquistaní de seguridad, Mohamad Amir Rana, dijo que la extradición de Rigui a Irán, crearía un ámbito de confianza entre ambos países.
Un equipo de investigación formado por ambos países debería asumir la responsabilidad sobre la interrogación del detenido a fin de acabar con ese grupo terrorista, afirma uno de los exjefes de policía paquistaní.
Como un ejemplo de las actividades terroristas de Yeish al-Adl, se puede mencionar el secuestro de cinco guardias iraníes en la región suroriental de Yakigur, en febrero de 2014, y su posterior traslado al territorio paquistaní.
Cuatro de ellos fueron liberados un mes después, mientras que el quinto, alega el grupo sin haber presentado documentos auténticos o el cadáver, ha sido asesinado por sus miembros.
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