“Nicaragua está comprometida con la democracia, entendida como el poder del pueblo, el derecho del pueblo a participar y el derecho del pueblo a decidir, de forma digna, soberana y, sobre todo, libre de injerencias extranjeras”, afirmó el viernes el nuevo embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields Yescas, al presentar sus cartas credenciales ante el secretario general del organismo, el uruguayo Luis Almagro.
McFields, nombrado a finales de octubre en sustitución del embajador Luis Alvarado, en su agenda tiene temas de interés como la salvaguarda de los derechos políticos y sociales de las mujeres, quienes a su juicio, son “protagonistas inequívocas de historia colectiva y la vida personal” de los nicaragüenses.
El embajador hizo alusión a informes recientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), señalando que el organismo internacional considera a Nicaragua entre los cinco países del mundo con el alto índice de la participación política femenina y la presencia destaca de las mujeres en los cargos gubernamentales.
Además, se refirió a la reciente aprobación de la “Ley 50-50” que obliga a los partidos políticos a dividir 50-50 entre mujeres y hombres, las candidaturas a los cargos del Poder Ejecutivo. Así, según el funcionario, la legislación garantiza la intervención de las mujeres desde el más alto cargo hasta los niveles de base laboral y política.
Es más, McFields destacó que el Gobierno nicaragüense valoriza cuestiones contemporáneas significativas como las consecuencias del cambio climático, recalcando que su país cuenta con una matriz energética de un 70 % de generación renovable, incluida las fuentes eólicas, geotérmicas, solar y biomasa, y al mismo tiempo estimula las inversiones en el gas natural y el biogás, como estrategias para impulsar el transporte eléctrico.
La ceremonia se celebró a 48 horas de las elecciones presidenciales y legislativas de Nicaragua, cuyo Gobierno decidió no invitar a la OEA como observador, tras acusar al organismo hemisférico de participar en el golpe de Estado en Bolivia en el año 2019.
El 3 de noviembre, la titular de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Antonia Urreoja, presentó ante la OEA un informe llamado “Concentración de Poder Político y Debilitamiento del Estado de Derecho en Nicaragua”, lo que fue rechazado categóricamente por parte del Gobierno de este país acusando a ambas organizaciones de cumplir con un “guion malvado, manipulador y notoriamente sesgado” contra Nicaragua para satisfacer al interventor de soberanías nacionales.
Managua acusa a la OEA por acatar órdenes de EE.UU., apoyando la oposición nicaragüense y facilitando los ataques políticos desde el seno del organismo contra el Gobierno sandinista.
tmo/ftn/hnb