El Gobierno de México mantiene su postura sobre la necesidad de regular y transparentar la labor de agencias extranjeras en el país, en tanto que Estados Unidos se pronunció a través de su exfiscal general William Barr quien expresó su preocupación ante la reforma a la Ley de Seguridad Nacional que espera aprobación en la Cámara de Diputados.
El mandatario Andrés Manuel López Obrador insiste en que la iniciativa no tiene que ver con la detención y posterior liberación del exministro de defensa Salvador Cienfuegos. Y recuerda la operación Rápido y Furioso dirigida por agencias estadounidenses.
La reforma busca quitarles la inmunidad a los agentes; no podrían llevar a cabo detenciones o cualquier actividad que ponga en riesgo su integridad. Además, regula las condiciones para portar armas o instrumentos bélicos y fortalece la supervisión del Gobierno mexicano.
La iniciativa es del Ejecutivo y fue remitida la semana pasada por el presidente López Obrador al Senado, donde fue avalada en primera instancia.
Sara Morales Gallego, Ciudad de México.
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