De acuerdos a organizaciones sociales la población indígena de Chiapas siempre ha sido maltrata y discriminada por todos los Gobiernos de los Estados Unidos pero con la llegada de Trump hay más racismo y deportaciones.
Cifras extra oficiales indican que en los EE.UU. viven cerca de 400.000 chiapanecos, de los cuales un 30 % son indígenas, principalmente del municipio de San Juan Chamula.
Estos migrantes indígenas se han enfrentado a problemas como el racismo que les ha creado una incertidumbre jurídica.
Las organizaciones defensoras de los derechos humanos han registrado que en este año se han dado casos de indígenas que son criminalizados hasta por una infracción menor.
Los indígenas de Chiapas que son deportados o que se han regresado de los Estados Unidos, pasan a las filas del subempleo en México en donde tienen salarios inferiores a los 6 dólares diarios.
Los Gobiernos Federal y estatal no cuentan con políticas públicas que protejan a los migrantes durante su estancia en los Estados Unidos.
En Chiapas, los migrantes indígenas regresan en malas condiciones a sus comunidades sin empleo y sin una esperanza de vida.
Lizeth Coello, Chiapas.
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