“Nuestro país no es un lugar para los extranjeros”, anunció el clérigo chií Muqtada al-Sadr en un comunicado emitido el martes, donde condena la presencia militar estadounidense en el país árabe.
Esta influyente figura iraquí aprovechó, asimismo, la ocasión para hacer un llamamiento al pueblo a fin de que acuda el viernes a las marchas pacíficas “de un millón de personas” contra la presencia de las fuerzas ocupantes estadounidenses. “Irak los está convocando. No sean negligentes y ayuden al país, agregó.
La convocatoria es una respuesta al atentado terrorista de EE.UU., perpetrado el 3 de enero en Bagdad, capital de Irak, contra el comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani.
Junto al general de alto rango iraní también cayó mártir el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, que forman parte de las Fuerzas Armadas), Abu Mahdi al-Muhandis, entre otros militares.
“La nación está en pie y unida […] la voz del pueblo es como el rugido de un león, y si la levantan, acabarán con la opresión y corrupción”, dice el comunicado de Al-Sadr.
El asesinato del destacado general iraní, que luchaba contra grupos terroristas como el EIIL (Daesh, en árabe), desató una ola de furia y condenas a nivel local e internacional.
El pasado 5 de enero, la Cámara de Representantes del Parlamentó iraquí aprobó una moción que exige la expulsión de las tropas estadounidenses del país, por lo que la presencia de soldados ya es “ilegal”.
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