El Gobierno de Estados Unidos levantó las sanciones financieras impuestas al juez del Tribunal Supremo de Brasil, Alexandre de Moraes, y a su esposa, Viviane Barci de Moraes, quienes habían sido incluidos en la lista de sancionados bajo la ley Global Magnitsky por su papel como instructores del caso contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, condenado por intento de golpe de Estado.
Las sanciones habían sido impuestas por presuntas acusaciones de EE.UU., según las cuales De Moraes habría autorizado detenciones preventivas arbitrarias y restringido la libertad de expresión en Brasil. Estas medidas incluían el congelamiento de todos los bienes y activos que el juez pudiera tener en Estados Unidos. La esposa del magistrado fue sancionada en septiembre y ahora también ha sido retirada de la lista.
El levantamiento de las sanciones se produce en el marco de recientes acercamientos diplomáticos entre Trump y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien calificó la decisión como “una victoria diplomática más ante Estados Unidos”.
“Tu victoria, Alexandre, es la victoria de la democracia brasileña”, destacó Lula, resaltando la importancia de la Corte Suprema para la democracia del país.
Por su parte, Alexandre de Moraes celebró la medida como una “victoria para el Poder Judicial brasileño” y agradeció a Lula por los contactos mantenidos con el Ejecutivo estadounidense y por su compromiso con la soberanía nacional.
Mientras tanto, Jair Bolsonaro cumple su condena en una celda especial en la sede de la Policía Federal en Brasilia. Esta semana, la Cámara Baja aprobó un proyecto de ley que podría reducir su tiempo en régimen cerrado a poco más de dos años.
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