La base Ain al-Asad fue atacada en la madrugada de este miércoles por los misiles tierra-tierra de la División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, en represalia por el asesinato del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes, en un atentado perpetrado por EE.UU. en Bagdad.
La base Ain al-Asad es una base aérea militar en Irak, ocupada por el Ejército de Estados Unidos, y ha sido una de las bases más importantes utilizadas para albergar tropas del país norteamericano.
La base está ubicada en la provincia del Occidente iraquí de Al-Anbar y fue construida a finales de la década de los ochenta. Las fuerzas estadounidenses la utilizan desde que invadieron a Irak en 2003.
Ain al-Asad fue la mayor base de la coalición liderada por Estados Unidos durante la invasión a Irak, y la segunda más grande en la operación que condujo al derrocamiento del exdictador iraquí Saddam Husein.
En diciembre de 2018, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó una visita sorpresa junto a la primera dama, Melania Trump a la base aérea. Al año siguiente, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, visitó el lugar castrense para la celebración del Día de Acción de Gracias.
Asimismo, hace unos días cuando los parlamentarios iraquíes tras el asesinato del teniente Soleimani aprobaron la expulsión de las fuerzas militares norteamericanas de esta base. Trump calificó esta base como una base extraordinariamente cara, por la cual EE.UU. había gastado miles de millones de dólares para construirla y los iraquíes tendrían que pagar su costo si querían el retiro de las tropas estadounidenses de Irak.
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