En días previos a esta triste fecha y tan señalada, Karbala ha estado recibiendo millones de peregrinos musulmanes de diversas partes del mundo para conmemorar el día cuarenta después del aniversario del martirio del Imam Husein (la paz sea con él), nieto del Profeta del Islam, el Hazrat Muhamad (P).
Se trata de la mayor congregación religiosa anual en el mundo. Vestidos de negro, los fieles se golpean el pecho y la cabeza, lloran y gritan el nombre de Husein, como muestra de su lealtad a quien, junto a otros 72 acompañantes, encontraron la muerte por negarse a jurar lealtad al corrupto y tiránico califa omeya Yazid en el siglo VII.
De hecho, los musulmanes, en su mayoría chiíes, rememoran la cuadragésima jornada transcurrida desde el Día de Ashura, décimo día del mes de Muharram (calendario lunar), que marca el martirio del tercer Imam chií en el desierto de Karbala a manos de las tropas de Yazid.
Yazid, conocido por ser corrupto y su conducta moral reprobable, ordenó enfrentar al Imam, su familia y sus compañeros cuando estos retornaban de los rituales de Hach; mató a todos los hombres y secuestró a todas las mujeres y niños.
Aunque Arbaín es una ceremonia espiritual de los musulmanes chiíes, los suníes, cristianos e izadíes también participan en la peregrinación. Independientemente de su color o credo ven al Imam Husein (P) como un símbolo de libertad y de lucha contra el opresor.
Cada año, los peregrinos chiíes y suníes, así como los de otras religiones, se reúnen en Irak en las semanas previas al Día de Arbaín y realizan una caminata de decenas de kilómetros durante varios días desde otras ciudades iraquíes, especialmente, Nayaf y Basora, en dirección hacia Karbala, urbe que alberga el santuario del Imam Husein (P).
La peregrinación de Arbaín ha traído en los últimos años a Karbala a más de 20 millones de seguidores del Imam Husein (P), símbolo de la resistencia, y la victoria eterna de la verdad sobre la mentira y de la luz sobre las tinieblas.
Al menos dos millones de peregrinos han pasado este año puestos de control fronterizos en Irak desde el vecino Irán. En Teherán, la capital iraní, miles de personas participan en una gran marcha simbólica que recuerda el Día de Arbaín.
Respecto a esta conmemoración religiosa, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, subrayó ayer lunes en una publicación a través de su cuenta Twitter de que la peregrinación anual a Karbala transmite el mensaje de que “ningún tirano podrá poner fin a la lucha por la justicia”.
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