Por Carlos Santa María
La élite perversa “crea un problema para luego resolverlo exitosamente”. V. Lenin.
Definitivamente este año ha sido una derrota constante de todas las iniciativas emprendidas por Trump, especialmente las referentes a la arena internacional donde su método de chantaje y amenaza, incluido el asesinato, le ha proporcionado respuestas tan contundentes que cada vez está más desesperado por obtener un Nobel de la Paz que se le escurre de las manos, pese a que numerosos personajes oscuros lo obtuvieron por su historial delictivo en contra de los pueblos soberanos.
Su frase pregonada a los vientos que resolvería el tema de Ucrania en 24 horas se le ha prolongado como una enfermedad corrosiva que le carcome el estómago porque cada una de sus intervenciones al respecto lo demuestra como ambivalente, desconcertado, enojado, agresivo y maniatado lingüísticamente para dialogar sobre la paz.
Comenzó regañando al actor Zelenski, dirigente de Ucrania y cuyo periodo presidencial finalizó ya, a quien le impidió hablar y simplemente le exigió que agradeciera todo lo que habían hecho por él al regalarle más de $350.000 millones de dólares para apoyar su defensa y caída de Rusia. Posteriormente habló con Vladímir Putin de quien dijo que era un hombre muy serio y que lo llevaría a hacer la paz sin condición alguna, es decir, que detuviera la Operación Militar Especial que defiende a los territorios rusos liberados.
Cuando ya se cumplen siete meses de sus afirmaciones ha terminado diciendo que castigará al horrible mandatario ruso porque no hace lo debido y que le dará 50 días para que obedezca, lo cual no ocurrirá obviamente a no ser que se haga un pacto aceptando las condiciones que plantea el presidente Putin.
La segunda derrota mundial ha sido amparar, financiar, impulsar, el ataque artero de su gobierno sionista a través del sicario como lo es Netanyahu, en contra de Irán, creyendo que con eliminar a dirigentes militares y científicos en el término de días se rendiría esa civilización milenaria.
Ocurrió exactamente lo contrario a su idea descabellada: no solo respondió el gobierno islámico, sino que logró enjaular a la población de Israel y los territorios ocupados de tal modo que se destruyó la vida social general de ese ente ocupante hasta tal punto que la destrucción de la refinería de Haifa, así como centros militares y otros, obligaron a Estados Unidos a solicitar quejosamente una tregua que los amparase. Mientras el pueblo iraní vivía su propio desarrollo armónico en las calles, “Israel” lloraba en búnkeres, terminales, sin luz, internet y aterrorizados por la acción macabra de Netanyahu al ser autorizado por Trump. Su presunto éxito violando la legislación internacional al atacar las centrales nucleares demostró una arremetida frustrada.
Los dos recientes descalabros son escandalosos ya que la bofetada ha sido inmensa: los BRICS y el gobierno de Brasil.
Cuando el BRICS como un símbolo del mundo multipolar que se acerca es agredido por Trump (trampa), amenazando con destruir a quien se oponga al uso del dólar y comercie en sus propias monedas, lo único que ha logrado es que nadie la haga caso y se haya iniciado un nuevo ascenso donde las naciones usan su propia moneda como intercambio. Diplomáticamente le han dicho a un mentiroso compulsivo que su discurso sobre el dólar como moneda universal que nunca se acabará está siendo demostrado como falsa por la increíble y veraz realidad.
El asalto al poder judicial de Brasil al revocar su gobierno las visas de 8 jueces, producto del juicio a Bolsonaro por intento de golpe de Estado, y la aplicación de una multa propiamente tal del 50 % como aranceles, demuestra la impotencia al no poder obligar a seguir sus dictados, con falta de sentido común en forma de embestida contra la soberanía brasileña, convirtiéndose en otro descalabro más.
La derrota permanente en la Franja de Gaza donde sólo se atreven a bombardear sin confrontación militar ante un adversario heroico, marcan su destino: dar armas y permiso para destrozar cuerpos, desmembrar niños, destruir familias, matar de hambre a un pueblo, torturar sus cuerpos, aprisionar, jamás lograrán destruir al pueblo llamado HAMAS, ni desarmarlos porque es su única posibilidad de no ser aniquilados, ni siquiera tomar sus almas agotadas físicamente, aunque superiores en espíritu a los sicarios estadounidenses israelíes.
Lo peligroso es que mientras más se descompone este personaje ante sus fracasos colosales que son muchos más, agravado al interior de USA por la alta oposición, desórdenes, crímenes y crisis económica alta, las formas de enfrentarse a la realidad se pueden convertir en cada vez más peligrosas ya que la guerra económica la ha transformado en bélica demostrando su ínfima capacidad de diálogo y una alta minusvalía cognitiva.
La frase inicial es inmensa: creer que crear un conflicto para luego aparecer como un salvador lo engrandecerá, pese a conocerse su autoría, es propio del malhechor intentando ser el mesías cuando es un perverso sociópata desesperado.
El autor intelectual del asesinato del teniente general Qasem Soleimani y el comandante Abu Mahdi al-Muhandis, junto a sus acompañantes, en la noche y amparados en la cobardía esencial, muestra que la historia no perdona ni olvida a los cómplices y perpetradores de masacres, genocidios, exterminios, ocupación, infanticidios, lo que tendrán su castigo mucho más temprano que tarde como un viento fresco saludable de la Humanidad.