• Miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes se despliegan en Bagdad (la capital), 14 de julio de 2018.
Publicada: domingo, 15 de julio de 2018 14:38
Actualizada: domingo, 15 de julio de 2018 22:59

Las fuerzas de seguridad iraquíes se han puesto en alerta máxima tras seis días de protestas consecutivas por la falta de servicios en el sur del país.

Conforme ha anunciado la agencia británica de noticias Reuters, citando a fuentes de Inteligencia y del Ministerio de Defensa locales, las fuerzas de seguridad iraquíes, se encuentran en estado de máxima alerta ante las protestas que están ocurriendo en las ciudades del país por la falta de servicios.

La orden fue emitida el sábado por el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, agrega la citada fuente, mientras reitera que cientos de manifestantes han vuelto a salir este domingo a las calles del sur del país, donde se encuentran algunos de los principales yacimientos de crudo de Irak.

En concreto, los ciudadanos se congregaron en Basora, ciudad localizada en el sur de Irak, donde la policía utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos cuando algunos de los manifestantes intentaron asaltar el principal edificio del gobierno provincial. Como consecuencia de esos enfrentamientos, al menos cuatro personas resultaron heridas.

Iraquíes con banderas nacionales se manifiestan contra el desempleo en la plaza Al-Tahrir (libertad) de Bagdad, 14 de julio de 2018.

 

Además, en un intento por ayudar a restaurar la calma en la provincia rica en petróleo, Al-Abadi visitó el viernes Basora prometiendo “tomar medidas legales de contingencia” contra los cabecillas de las manifestaciones. 

Durante un encuentro del Consejo de Ministros iraquí, Al-Abadi denunció, asimismo, que “agentes infiltrados intentan explotar las manifestaciones pacíficas de los ciudadanos con el fin de sabotear y atacar las instituciones estatales y la propiedad privada”.

El sábado las protestas se han extendido a las entradas de las instalaciones de extracción de petróleo del sur del país árabe; No obstante, según la policía local, el trabajo de recogida de crudo no ha sido interrumpido.

Las protestas comenzaron la semana pasada en el centro petrolero sureño de Basora en medio de las preocupaciones sobre el desempleo agudo y la escasez de electricidad y agua, y se extendieron a varias otras ciudades, incluidas Nayaf, Amara, Nasiriya y Bagdad.

Los manifestantes exigen empleos y la expulsión de trabajadores extranjeros para que los iraquíes puedan ocupar su puesto de trabajo, así como un mejor acceso al agua potable y a la electricidad.

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