Las autoridades iraquíes han decretado toque de queda en cuatro provincias meridionales debido a las protestas antigubernamentales que dejaron dos muertos.
El Gobierno impuso el toque de queda en las provincias de Nayaf, Kerbala, Mesena y Basora para impedir que prosigan las protestas.
Los manifestantes protestan contra la corrupción y la falta de eficacia en la gestión de las instituciones públicas. También piden empleos y un mejor acceso al agua potable y a la electricidad.
Durante las protestas, varios manifestantes incendiaron la sede del partido Al-Fadila, un edificio del aeropuerto de la ciudad de Nayaf, e irrumpieron en el edificio del consejo de la provincia de Kerbala.


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