En las últimas semanas Guatemala ha experimentado un descontento social que se ha traducido en manifestaciones pacíficas en la plaza de la constitución, carreteras y varios departamentos a lo largo y ancho del país, la policía ha reprimido con uso de fuerza a los manifestantes y luego de una investigación se confirmaron las violaciones a los derechos humanos.
Algunas organizaciones fueron más allá e interpusieron una denuncia en contra del propio presidente Alejandro Giammattei debido a que por jerarquía lo alcanza la responsabilidad como primer encargado de las acciones púbicas.
Las represión fue tal que de acuerdo a un informe de la misma Policía Nacional Civil se utilizaron alrededor de 300 bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes, varios recibieron golpes de consideración, decenas fueron detenidas y dos de ellos perdieron uno de sus ojos, bloques de oposición en el Congreso también condenan los hechos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos se unió a las muestras de repudio en contra de las autoridades guatemaltecas y condenó enérgicamente el uso de la fuerza desmedida para reprimir una manifestación pacífica.
Mientras las investigaciones continúan para delegar responsabilidades el ministro de Gobernación y el director de la Policía se mantienen en sus cargos inclusive después que el Congreso de la República les exigieron la renuncia.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
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