Están a las puertas del Tribunal de Justicia de París (capital). Los llamados chalecos amarillos franceses siguen saliendo a la calle y con esta manifestación son ya 52 semanas consecutivas, denunciando la política gubernamental. Los manifestantes denuncian la represión policial y judicial.
El Gobierno define la violencia policial como violencia legítima. Según las cifras del propio Ministerio del Interior, se ha procedido a más de 12 000 detenciones, utilizado más de 14 000 veces las llamadas “balas de defensa” que han causado más de 2500 heridos entre los chalecos amarillos. Algunos, heridos muy graves, que han resultado mutilados. Al menos 24 han perdido un ojo, 5 una mano y uno el pie.
Pero a pesar de la represión, siguen en la calle y no olvidan cuáles son sus principales reivindicaciones: más poder adquisitivo, un salario y pensiones dignas, un reparto más equitativo de la riqueza, una mayor protección social.
Nada ni nadie ha podido con los chalecos amarillos y poco importa que más de 3000 de entre ellos hayan sido condenados por la Justicia. Chalecos amarillos que hablan de represión judicial pero también nos dicen que su obligación como ciudadanos es defenderse ante un Gobierno que les desprecia.
Juan José Dorado, París.
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