El Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles el plan para eliminar gradualmente las importaciones de gas ruso antes de finales de 2027, superando el penúltimo obstáculo legal antes de que la medida se convierta en ley. La votación finalizó con 500 votos a favor, 120 en contra y 32 abstenciones.
La iniciativa forma parte de la estrategia europea con el objetivo de cortar la dependencia energética del antiguo principal proveedor del continente.
La medida aún requiere la ratificación de los ministros de la UE, prevista para comienzos del próximo año, aunque se espera que se respalde sin cambios.
Según el acuerdo, las importaciones de gas natural licuado ruso cesarán a finales de 2026, y el gas por gasoducto se detendrá para septiembre de 2027.
La ley se aprobará con mayoría reforzada, superando la oposición de Hungría y Eslovaquia, que buscan mantener vínculos energéticos con Moscú.
Actualmente, Rusia representa el 12 % de las importaciones de gas de la UE, frente al 45 % previo a la invasión de Ucrania. Algunos países, como Hungría, Francia y Bélgica, continúan recibiendo suministros rusos mientras se implementa la transición.
La Comisión Europea ha anunciado que propondrá legislación adicional en 2026 para eliminar gradualmente las importaciones de petróleo ruso, en línea con la estrategia de independencia energética del bloque.
La profunda dependencia energética de Europa con el gas ruso ha sido una preocupación dominante en la política comunitaria durante años. Rusia fue uno de los principales proveedores de gas natural para la Unión Europea, con enormes volúmenes que abastecían gran parte de la demanda energética del continente occidental y que llevaron a debates sobre seguridad y autonomía energética.
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