El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, dijo el martes que podría esta semana crearse un nuevo centro espacial en la base aérea estadounidense de Ramstein, cercana a la frontera con Francia y situada en la región de Renania-Palatinado, en el centro-oeste del país. “Esto será un punto focal para garantizar el apoyo espacial a las operaciones de la OTAN, compartiendo información y coordinando nuestras actividades”, subrayó.
El ex primer ministro noruego detalló que las comunicaciones por satélite “rápidas, eficaces y seguras” son esenciales para que las tropas de la OTAN puedan “recoger información de inteligencia, comunicarse y detectar lanzamientos de misiles”.
“El espacio se está convirtiendo en un entorno más concurrido y competitivo con cientos de nuevos satélites añadidos cada año (...) Debemos aumentar nuestra comprensión de los desafíos en el espacio y nuestra capacidad de abordarlos”, remarcó el jefe de la OTAN.
Dicho eso, advirtió de que “algunos países, incluidos China y Rusia, están desarrollando sistemas que pueden inutilizar, desactivar e incluso derribar satélites”.
A pesar de que los líderes de la Alianza declararon en diciembre que el espacio será su “quinto dominio” de operación, después de la tierra, el mar, el aire y el ciberespacio, Stoltenberg reiteró que “la OTAN no tiene intención de llevar armas al espacio”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ratificó en mayo de 2018, la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés), que crea la Fuerza Espacial, una nueva rama de las Fuerzas Aéreas de EE.UU., con el objetivo de “tener dominio sobre el espacio”, pero con los ojos puestos, particularmente, en China y Rusia.
Además, conforme el Departamento estadounidense de Defensa (Pentágono), en un informe divulgado en febrero con el título “Desafíos a la seguridad en el espacio”, el espacio se convertirá en un campo de batalla de EE.UU. con China y Rusia.
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