"En septiembre de 2014, menos de 900 combatientes extranjeros habían sido identificados por la Interpol. Hoy, menos de un año después, más de 4000 perfiles están disponibles en nuestra base de datos", ha explicado el secretario general de esta organización, Jurgen Stock, en la ciudad española de Barcelona, donde ha impulsado la cooperación en la lucha antiterrorista entre diferentes cuerpos de seguridad adscritos a la Interpol.
En septiembre de 2014, menos de 900 combatientes extranjeros habían sido identificados por la Interpol. Hoy, menos de un año después, más de 4000 perfiles están disponibles en nuestra base de datos", explica Interpol.
Animar a los países a compartir su información sobre combatientes extranjeros y asegurar el acceso a estos datos de las autoridades competentes son dos de líneas de actuación que ha propuesto Stock.
"Tenemos que recordar que aunque la información se comparte cada vez más entre fronteras, todavía es mucho más lenta que los combatientes extranjeros reclutando y viajando o volviendo de zonas en conflicto", ha advertido.
A su juicio, todavía existe una distancia entre el número de terroristas extranjeros identificados por la Interpol y aquellos que pueden haber alcanzado las zonas en conflicto; por lo que ha pedido un mayor esfuerzo para cerrar esa distancia.

El viernes, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, afirmó que la cifra de extranjeros que se unen a las filas terroristas, sobre todo al grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe), creció un 70 % entre mediados de 2014 y marzo de 2015.
Según las declaraciones de Ban, quien habló en una sesión de alto nivel del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) convocada para abordar el tema del reclutamiento de terroristas extranjeros, hasta el momento, unos 25 mil ciudadanos de 100 países engrosan las filas de diferentes grupos extremistas.

Actualmente, Daesh es considerado una de las mayores amenazas, en particular para los países de Occidente, cuyos gobiernos brindaron su apoyo omnisciente y ayudaron a su surgimiento.
El mundo es consciente de que el anhelo de los miembros del EIIL, que comete crímenes de lesa humanidad en Siria e Irak, no se limita a los dos citados países, sino que tienen como meta infiltrarse en otras naciones para establecer califatos.
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