• El primer ministro de Holanda, Mark Rutte.
Publicada: sábado, 26 de noviembre de 2016 9:07

En Holanda crece la preocupación por la financiación, por parte de Catar, de un controvertido centro religioso que promueve el ‘salafismo y el radicalismo en Europa’.

La embajada de Catar en La Haya (en los Países Bajos) envió este año 200.000 euros al jeque de una de las mezquitas más grandes y polémicas de Europa, la Hamad bin Jalifa, en Dinamarca. Esa institución religiosa es conocida por su propaganda extremista y sus intentos por promover el salafismo entre la población musulmana de ese país.

El salafismo es un movimiento político y supuestamente religioso que busca extender el radicalismo de Arabia Saudí y Catar entre los musulmanes. La religión presentada por los salafíes, según líderes musulmanes, no es la del Profeta del Islam, el Hazrat Mohamad (la paz sea con él), sino que es la ideología de Mohamad ibn Abd al-Wahhab, fundador de la ideología wahabí.

Rechazamos cualquier tipo de financiación extranjera a instituciones que adoptan el discurso salafista y que no traen más que radicalismo a Europa y llevan a nuestros jóvenes a un terreno inaceptable", dijo el diputado holandés Ahmad Marcouch.

La Policía danesa se ha manifestado, en los últimos meses, muy preocupada por los intentos de la monarquía catarí de extender las enseñanzas extremistas en la sociedad y ha pedido cooperación para controlar esta cuestión.

El Parlamento de Holanda, a su vez, llamará la semana que viene al primer ministro, Mark Rutte, para pedirle explicaciones sobre si estaba al tanto de estas transferencias. Al no tener Catar una embajada en Dinamarca, el cargo diplomático en La Haya es también responsable de ese país.

"Rechazamos cualquier tipo de financiación extranjera a instituciones que adoptan el discurso salafista y que no traen más que radicalismo a Europa y llevan a nuestros jóvenes a un terreno inaceptable", dijo el diputado holandés Ahmad Marcouch, citado el viernes por el diario español El Mundo.

El mencionado centro religioso abrió sus puertas en 2014, gracias a la donación, "de una sola vez", de unos 20 millones de euros, entregados por Catar. Las autoridades danesas han denunciado en reiteradas ocasiones los polémicos sermones del imam de ese centro religioso, que siempre contravienen la legislación danesa y europea.

Marcouch arremetió contra el premier holandés por guardar silencio ante la financiación por Catar de un centro religioso que "ha mandado a jóvenes europeos" a Siria e Irak para que luchen allí en las filas de grupos terroristas como el EIIL (Daesh, en árabe).

 

Fuentes del canal de televisión holandés Zembla aseguran que el Gobierno de Ámsterdam estaba al tanto de estas transacciones y no ha advertido de ello a sus colegas daneses.

Desde Irak y Siria, Arabia Saudí y su aliado catarí han sido acusados en reiteradas ocasiones de financiar a grupos terroristas como Daesh, para recuperar su influencia en Oriente Medio.

Ambas monarquías del Golfo Pérsico son criticadas también por financiar las escuelas religiosas en distintos países del mundo que promueven enseñanzas radicales en el nombre del Islam, pero muy contrarias a los valores islámicos.

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