El ministro de Defensa de España, Pedro Morenés, informó el jueves que los ejercicios militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los más grandes desde la Guerra Fría (1947-1991), se realizarán en 16 puntos de España, Italia y Portugal y que su país asumirá el mando del componente terrestre, con sede en Bétera (Valencia, a orillas del Mediterráneo).
Morenés adelantó que las maniobras se realizarán en dos fases: una de ejercicio de puesto de mando, del 3 al 16 de octubre, y otra "real", del 24 de octubre al 6 de noviembre; Este último periodo incluirá diferentes operaciones terrestres, marítimas y aéreas.
De los 8000 soldados españoles, más de 4702 son fuerzas terrestres que contarán con 23 carros de combate, 93 blindados y seis helicópteros. 2.650 efectivos son de la Armada y estarán acompañados por 13 buques, cuatro helicópteros y dos aviones. Y, 516 del Ejército del Aire que llevarán 29 aviones (12 Eurofighter, 12 F-18, dos C-295, un C-235, un C-130 y un Falcon 20/EW) y dos helicópteros, añadió la fuente.
El titular español resaltó que la elección de su país para albergar el evento militar "más importante" y "potente" pone de manifiesto el compromiso adquirido con la Alianza y la importancia que se le concede al adiestramiento como mejor garantía de la contribución de las Fuerzas Armadas a la seguridad internacional.
España como principal frontera entre Europa y África, ubicada entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, sirve como una zona estratégica para la Alianza Atlántica.
Acompañado por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Fernando García Sánchez, Morenés explicó que esas maniobras son organizadas para responder a los nuevos desafíos internacionales como el terrorismo y la crisis de Ucrania.
El ministro español de Defensa además reiteró que Madrid opta por estar en la trinchera de la OTAN y la Unión Europea (UE) en el caso del este de Ucrania, si bien resaltó que esas maniobras no "afectarán" las relaciones bilaterales con Rusia.
Los lazos entre de Rusia y el Occidente sufrieron graves daños, aparentemente, por la crisis de Ucrania; un motivo aducido por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) para imponer varias rondas de sanciones económicas antirrusas, a individuos, organizaciones y sectores bancarios, energéticos y de defensa, alegando la supuesta intervención de Moscú en los asuntos de Kiev.
Rusia, sin embargo, califica de “infundadas” todas esas acusaciones y, en represalia aplicó embargos a los productos provenientes de los países sancionadores.
España lidera esas maniobras mientras que varios partidos políticos y sus seguidores se oponen a la OTAN y a la guerra.
El eurodiputado español José Couso advirtió el pasado 23 de abril que el papel asignado a España por la OTAN supondrá un peligroso aumento de la escalada militar en el continente europeo.
Y, el 17 de noviembre de 2014, el secretario general del partido político Podemos, Pablo Iglesias, aseguró que si llegara a ser presidente del Gobierno español, retiraría a España de la OTAN, una promesa, en que insistió el pasado 15 de febrero.
Pere Ortega, director del Centro Delás de Estudios por la Paz, opinó el pasado abril que las maniobras organizadas por la OTAN bajo el pretexto de la crisis ucraniana solo favorece a Washington.
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