• Edificio del despacho de abogados panameño Mossack Fonseca, en Ciudad de Panamá.
Publicada: miércoles, 13 de abril de 2016 8:08
Actualizada: jueves, 14 de abril de 2016 2:57

Estados Unidos es el destino de grandes fortunas de españoles que tratan de huir del escándalo de los papeles de Panamá.

De acuerdo con el informe del lunes de El Confidencial Digital, citando a varios importantes despachos fiscales de Madrid, firmas españolas están retirando masivamente su dinero de bancos panameños y lo han colocado en paraísos fiscales estadounidenses, en los estados de Nevada, Wyoming y Dakota del Sur, que promueven la confidencialidad y la baja fiscalidad.

Agrega que, ante el temor de que las revelaciones de Panamá afecten sus fondos en países como Suiza y Luxemburgo —paraísos fiscales por excelencia— los acaudalados españoles han ordenado también el retiro de su dinero de estos países europeos para dirigirlo a Estados Unidos.

La filtración de documentos del bufete de abogados Mossack Fonseca, conocida como los papeles de Panamá, ha revelado como cientos de españoles emplearon ese despacho para crear compañías opacas que les permitieran operar burlando al fisco. Entre los nombres en los documentos revelados se encuentra el de la infanta española Pilar de Borbón, hermana de Juan Carlos I y tía del actual monarca, y del ministro español de Industria en funciones, José Manuel Soria.

Pese a que EE.UU. castiga a los países que ayudan a magnates de la droga e inversionistas multimillonarios a ocultar su dinero para no pagar impuestos, asesores financieros han descubierto una inmensa oportunidad de negocio en el país norteamericano porque han dado con diversas fórmulas que, al límite de la ley, pueden colocar capitales extranjeros y mantenerlos en la opacidad.

EE.UU. ha pasado a ser centro de interés de las grandes fortunas para depositar su dinero. Los agentes financieros de diversos países, incluso de Suiza, ahora recomiendan a los ricos a trasladar sus cuentas corrientes al país norteamericano. Según el diario fuente, cada año vienen entrando en Estados Unidos 1400 millones de euros de dinero negro, con el objetivo de conseguir privacidad, y en muchos casos la evasión de impuestos en los países de origen.

Recientemente Tax Justice Network (Red de Justicia Fiscal), que hace campaña para que se apliquen medidas de fuerza globales a evasores de impuestos, ubicó a Estados Unidos en el  tercer lugar del mundo en confidencialidad financiera, después de Suiza y Hong Kong, pero por encima de los connotados paraísos fiscales de Islas Caimán y Luxemburgo.

Bajo una ley de 2010, aprobada durante el Gobierno del presidente Barack Obama, después de que se supo que el banco suizo UBS ayudó a miles de estadounidenses a evadir impuestos de su nación, Estados Unidos exige que bancos y otras instituciones financieras revelen información de estadounidenses en el extranjero para asegurar que paguen sus impuestos estadounidenses. No obstante, Estados Unidos no pone a disposición de otros países tal información.

Más de 90 países han firmado un acuerdo de compartición de información de 2014 establecido por la Organización para Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que tras la revelación pidió al Gobierno panameño cumplir con su compromiso con el pacto.

Estados Unidos está entre las pocas naciones que no han rubricado el acuerdo, lo que ha levantado sospechas entre los expertos fiscales. Las dudas surgen, sobre todo porque Washington era el abanderado de la lucha contra los paraísos fiscales y la evasión de impuestos.

La conclusión, según el diario, es que ha dado un giro y va camino de convertirse en todo un paraíso fiscal.

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