“Las posiciones de (Rafael) Grossi indican el enfoque unilateral de la secretaría de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) hacia sus interacciones con Irán e ignoran el nivel de cooperación y la interacción entre los dos lados. Este enfoque puede convertirse en una barrera para futuras interacciones entre las dos partes”, advirtió el lunes en un tuit, Kazem Qaribabadi, embajador iraní ante las organizaciones internacionales radicadas en Viena, la capital austriaca.
Asimismo, señaló que el informe de la AIEA era incompatible con Irán y su historial de cooperación con el ente: “Este informe no es creíble porque no se basa en fuentes confiables y tampoco es convincente, pues no refleja todos los aspectos de la cooperación y progreso”, dijo el diplomático persa.
Para Qaribabadi, la interacción constructiva requiere un entorno positivo, evitar los prejuicios y la expresión de preocupaciones artificiales, así como la negativa a magnificar algunas cuestiones triviales e insignificantes.
“La Agencia Internacional de Energía Atómica debe distanciarse de cualquier agenda política y debe tomar una posición clara contra la amenaza nuclear israelí y la inadmisibilidad de la retirada de ese régimen del Tratado de No Proliferación y su continua oposición a todas las actividades e instalaciones nucleares (…)”, constató.
Sus declaraciones se producen en una serie de tuits en reacción al reciente informe de Grossi sobre salvaguardias.
Grossi dijo que espera que, con “un acuerdo general más amplio que se está trabajando” en Viena, o por algún otro medio, “no vamos a ver más reducidas nuestras [...] capacidades de inspección”.
El 23 de febrero, Irán detuvo la implementación voluntaria del Protocolo Adicional al Acuerdo de Salvaguardias del Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear que permitió a la AIEA realizar inspecciones con poca antelación de las instalaciones nucleares del país.
Sin embargo, en un gesto de buena voluntad en apoyo de la diplomacia, Teherán llegó a un “entendimiento técnico temporal” con la AIEA, según el cual seguiría usando cámaras para grabar información en sus centrales nucleares durante tres meses, pero retendría la información exclusivamente. Mientras las conversaciones siguen en Viena, Irán y la AIEA prorrogaron este acuerdo trimestral el pasado 24 de mayo por un mes más.
Pese a todo, este 31 de mayo Irán dejó claro a la agencia que ya no extenderá el entendimiento técnico alcanzado, pero continuará su registro y mantenimiento de datos nucleares por un mes más.
Estos acuerdos es una oportunidad que Irán ha dado al resto de firmantes del convenio nuclear, es decir el Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania, para salvarlo.
Sin embargo, Irán recalca que, si EE.UU. sigue sin levantar los embargos dentro de ese plazo, Teherán eliminará para siempre las grabaciones.
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