“Culpo a Estados Unidos y al Reino Unido porque la mayor parte de la recopilación de inteligencia la realizan los servicios de inteligencia estadounidenses y británicos, a pesar de que la operación fue realizada por el régimen sionista”, dijo el sábado el jefe de la Comisión de Energía del Parlamento de Irán, Fereidun Abasi Davani, en referencia al reciente sabotaje que sufrió la planta nuclear de Natanz (centro de Irán).
La República Islámica reportó el 11 de abril un incidente en la red de distribución eléctrica del complejo nuclear Shahid Ahmadi Roshan, en Natanz. Fuentes occidentales, citadas por los medios de comunicación de EE.UU. e Israel, afirman que el hecho fue resultado de un ciberataque llevado a cabo por el servicio de inteligencia israelí (el Mossad).
En una entrevista concedida al diario local Tehran Times, Abasi Davani —quien sobrevivió un intento de asesinato por parte de agentes del Mossad en el norte de Teherán (capital persa) el 29 de noviembre de 2010— enfatizó que Irán se reserva el derecho a tomar represalias y “medidas duras” para responder a las hostilidades enemigas.
El que fuera también jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) entre los años 2011 y 2013, resaltó que “de ahora en adelante, los saboteadores y las personas que contribuyeron al ataque a la instalación nuclear de Natanz deben ser rastreadas”.
La semana pasada, los miembros del Ministerio de Inteligencia de Irán identificaron al autor del referido sabotaje, Reza Karimi, que horas antes del incidente había huido del país persa. De momento, las autoridades iraníes están tomando las medidas necesarias para detenerlo y retornarlo a Irán por la vía judicial.
Mientras tanto, los países occidentales se negaron a condenar el sabotaje en Natanz, si bien no tardaron en expresar su preocupación por el anuncio iraní de aumentar el porcentaje de enriquecimiento de uranio al 60 % en respuesta a dicho incidente.
Varios expertos consideran ese posicionamiento como una evidencia del doble rasero del Occidente, a la hora de tratar los asuntos relacionados con Irán.
Por su parte, Teherán ha denunciado la reacción débil de los países europeos al respecto y enfatizado que los miembros del acuerdo nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)— deben condenar por unanimidad y sin consideraciones políticas el sabotaje en Natanz, que es un caso de “terrorismo nuclear” y una flagrante violación del derecho internacional.
En la actualidad, Irán ha recuperado una gran parte de las centrífugas dañadas en Natanz y ha asegurado que los enemigos nunca llegarán a materializar sus complots para frenar el avance tecnológico del país persa.
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