• El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif.
Publicada: sábado, 19 de diciembre de 2015 11:29

El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, afirma que Irán está realizando los trabajos pendientes previos a la implementación del acuerdo nuclear, como la retirada de algunas de sus centrifugadoras.

“No estamos retirando nada. Solo nos disponemos a retirar algunas de nuestras centrifugadoras, modificar el reactor de agua pesada de Arak (centro de Irán) y realizar las actividades pendientes que aún quedan y que se terminarán en menos de una semana”, indicó Zarif en una entrevista concedida el viernes a la revista The New Yorker en la que habló sobre el Plan Integral de Accion Conjunta (JCPOA, por sus siglas en ingles) alcanzado el pasado 14 de julio entre Irán y las seis potencias mundiales en Viena, capital de Austria y su implementación.

No estamos retirando nada. Solo nos disponemos a retirar algunas de nuestras centrifugadoras, modificar el reactor de agua pesada de Arak (centro de Irán) y realizar las actividades pendientes que terminarán en menos de una semana”, indicó el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif.

En alusión a la fecha de la implementación del JCPOA, sostuvo que aún quedan cuestiones políticas por resolver y recordó que Irán tiene que asegurarse que la contraparte cumpla con sus compromisos para entonces cumplir con sus compromisos, por lo tanto, "si digo dentro de dos semanas me refiero a después de haber pasado esa fase", acotó.

A su juicio, uno de los retos más importantes en cuanto al JCPOA es el levantamiento de las sanciones antiraníes que conforme a lo acordado la contraparte tiene que cumplir.

En este contexto, ha sido preguntado sobre la petición de los 31 senadores estadounidenses que enviaron una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidiéndole no levantar las sanciones contra Irán por su programa de misiles balísticos.

“Ellos no quieren que Obama acepte la implementación del JCPOA, en nuestro Parlamento también hay 30 legisladores que se opones a ello, o sea seguimos empatados”, añadió.

Además, destacó la importancia del programa de misiles para Irán, ya que, en su opinión, es un derecho legítimo en materia defensa y recalcó que los misiles probados recientemente por Teherán no tienen capacidad para transportar ojivas nucleares.

Finalmente, Zarif reiteró una vez más que el programa de misiles iraní no es negociable y recordó que los gastos que hace Irán en materia militar y de defensa son incomparables con la compra de armamentos de ciertos países regionales.

El misil balístico de largo alcance “Emad”.

 

El miércoles, 36 senadores estadounidenses pidieron a Obama que no levante las sanciones impuestas a Irán después de que el país persa probara un misil balístico de largo alcance en octubre.

El martes, un panel de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alegó que Irán había violado en octubre pasado una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).

El informe del panel se refiere a la prueba del misil balístico de largo alcance ‘Emad’, de fabricación iraní, que a su juicio es capaz de portar armas nucleares; no obstante, el ministro de Defensa de Irán, el general de brigada Husein Dehqan, ha recalcado que se trata de armamento convencional.

No obstante Teherán ha asegurado que seguirá desarrollando sus capacidades defensivas, ya que con ello no viola la resolución 2231 del CSNU, alcanzada a raíz del acuerdo del pasado julio entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Rusia, China y Francia, más Alemania).

Dicha resolución reconoce el derecho de Irán a enriquecer uranio y da luz verde al levantamiento de las sanciones antiraníes, al mismo tiempo que prohíbe a la República Islámica desarrollar misiles “diseñados para transportar ojivas nucleares”.

Tras la prueba con éxito del misil de largo alcance 'Emad', el vicecanciller iraní para Asuntos Jurídicos e Internacionales, Seyed Abás Araqchi, aseguró que los ensayos de misiles no son una violación del JCPOA, ya que ninguno de los misiles de fabricación iraní, incluidos los balísticos, han sido diseñados para portar una cabeza nuclear.

Teherán ha asegurado en reiteradas ocasiones que su poderío militar no representa amenaza alguna para otros países, ya que la doctrina defensiva de la República Islámica radica únicamente en la disuasión.

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