Un día después de que el Reino Unido, Francia y Canadá condenaran al gabinete del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por sus “acciones atroces” en el asediado enclave palestino, el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, ha informado este martes que Londres ha suspendido las negociaciones de libre comercio con Israel, ha convocado a su embajador e impuesto nuevas sanciones a asentamientos en Cisjordania.
En una sesión parlamentaria, el canciller británico ha dicho que la medida de Londres es necesaria ante las “acciones agresivas” del régimen de Netanyahu que ponen en peligro a las comunidades palestinas y la solución de dos Estados.
Lammy ha calificado de “abominable e intolerable” la política de restricciones a la asistencia internacional, advirtiendo que “la amenaza de hambruna se cierne sobre la población civil” gazatí.
“La historia los juzgará”, ha afirmado el canciller británico, reclamando al primer ministro israelí que ponga fin de inmediato al bloqueo y permita la entrada de insumos para la población de Gaza. “Bloquear ayuda. Expandir la guerra. Ignorar las preocupaciones de sus amigos y aliados. Esto es indefendible. Y debe parar”, ha destacado.
En este contexto, la embajadora israelí en el Reino Unido, Tzipi Hotovely, ha sido convocada al Ministerio de Relaciones Exteriores británico, donde el ministro para Asuntos de Asia Occidental, Hamish Falconer, expresará la oposición de Londres a la “escalada militar completamente desproporcionada en Gaza” y enfatizará que el bloqueo de ayuda humanitaria durante 11 semanas “ha sido cruel e indefendible”.
El Gobierno británico ha impuesto sanciones selectivas contra colonos israelíes, asentamientos ilegales y grupos armados en Cisjordania ocupada, acusados de fomentar violencia contra palestinos. Las medidas incluyen congelamiento de activos y restricciones de visa para individuos y entidades vinculadas a ataques documentados contra civiles.
Estas nuevas sanciones se suman a las ya impuestas contra una veintena de individuos y organizaciones previamente señalados por el organismo británico por perpetrar violencia grave contra civiles palestinos en Cisjordania ocupada, según ha confirmado el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido.
“He visto con mis propios ojos las consecuencias de la violencia de los colonos. El miedo de sus víctimas. La impunidad de sus perpetradores”, ha lamentado Lammy.
La presión de aliados cercanos sobre Israel aumenta tras el bloqueo de suministros en Gaza, que se prolonga por casi tres meses y ha provocado advertencias de hambruna. Incluso Estados Unidos, su firme aliado, ha expresado preocupación por la crisis alimentaria.
En enero, el régimen israelí se vio obligado a aceptar un acuerdo de alto el fuego con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) debido al fracaso de sus objetivos, que incluían la “eliminación” del movimiento de Resistencia palestino o la liberación de los retenidos.
La fase de 42 días de la tregua, que fue empañada por violaciones israelíes repetidas, expiró el 1 de marzo, pero Israel se abstiene de participar en las negociaciones para la segunda fase del acuerdo.
El 18 de marzo, el régimen reanudó los ataques sobre Gaza, rompiendo el alto el fuego que había durado casi dos meses
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