La operación, denominada “Policía del Karma”, buscaba determinar los vínculos de “todo usuario visible mediante SIGINT con cualquier página que visite, proporcionando así: a) un perfil de navegación de todo usuario visible en Internet, o b) un perfil de los usuarios de toda página visible en Internet”.
SIGINT es el acrónimo inglés por el que se conoce la obtención de información mediante intercepción de señales, ya sean las de comunicaciones entre personas u otras señales electrónicas no usadas directamente en las comunicaciones.
La página Web The Intercept, destacada por su colaboración con el antiguo agente de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en sus siglas inglesas) de Estados Unidos, resaltaba el viernes que “Policía del Karma” se planificó entre 2007 y 2008, y se puso en marcha en 2009 sin permiso legal, consulta al Parlamento ni escrutinio público alguno.
La operación forma parte de las actividades del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno británico (GCHQ, en sus siglas inglesas), recientemente criticadas por su falta de supervisión por el relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el derecho a la privacidad, Joseph Cannataci.

En el marco de “Policía del Karma”, el GCHQ recogía en 2012 de Internet, cada día, 50.000 millones de paquetes de metadatos, que se almacenaban durante meses para ser examinados por analistas de datos, reflejan las filtraciones de Snowden. A finales de ese año, la agencia planeaba incrementar su capacidad a 100.000 millones de paquetes.
Asimismo, los espías británicos han estado usando un software específico, llamado ‘Blazing saddles’ (“sillas de montar calientes”), para vigilar a quienes escuchen a “cualquier emisora de radio en concreto (…) para entender cualquier corriente o comportamiento”.
El servicio de Inteligencia británico ha declinado hacer declaraciones sobre la revelación, más allá de afirmar que el espionaje se lleva a cabo “en consonancia con un estricto marco legal y administrativo que garantiza que nuestras actividades tienen autorización y son necesarios y proporcionados, además de existir una supervisión rigurosa”, —texto estándar utilizado por el GCHQ para responder requerimientos diversos—.
La documentación de Snowden no aclara el motivo por el que se bautizó la operación con menciones a conceptos religiosos hindúes, pero The Intercept aventura que podría tener su origen en el título de una canción de la banda de rock Radiohead que mezcla alusiones a detenciones arbitrarias y a estados de degradación psíquica.

El espionaje a escala mundial e indiscriminado de las agencias de Inteligencia occidentales —en particular, estadounidenses y británicas— ha conmocionado al mundo a partir de las revelaciones iniciadas en 2013 por Snowden, quien estima que Washington ha creado un estado policial con capacidades muy superiores a las imaginadas en la novela 1984, del escritor británico George Orwell.
Mientras Snowden vive refugiado en Rusia de la persecución por las autoridades de EE.UU., el espionaje occidental ha suscitado las críticas de organismos como el Consejo de Europa, en abril, y de instancias competentes de la ONU, en septiembre.
Sin embargo y a pesar de las críticas, agencias de Inteligencia británicas como la Sección 5 de Inteligencia Militar (MI5, en sus siglas inglesas) planean seguir aumentando su potencia de espionaje.
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