• La secretaria de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss, en una sesión en Liverpool, 12 de diciembre de 2021. (Foto: AP)
Publicada: domingo, 30 de enero de 2022 19:02

El Reino Unido advierte que va a presentar un proyecto de ley para facilitar la imposición de sanciones contra Rusia que ni dejarán inmunes a los allegados de Putin.

La secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss, ha anunciado este domingo que el Gobierno británico presentará esta semana una nueva y “ampliada” legislación que permite al Reino Unido imponer sanciones que golpee a un “amplio rango de intereses rusos de importancia para el Kremlin” desde los bancos, las compañías de energía hasta los que llama “oligarcas” cercanos al presidente ruso, Vladimir Putin.

“Lo que buscamos hacer es ampliar eso para que cualquier empresa de interés para el Kremlin y el régimen en Rusia pueda ser un objetivo, de modo que no haya dónde esconderse para los oligarcas de Putin, para las empresas rusas involucradas en apuntalar a Rusia. Expresar. Eso es lo que estamos buscando hacer esta semana”, ha indicado en una entrevista con la cadena local Sky News.

Truss ha explicado que las leyes actuales solo permiten al Gobierno decretar sanciones contra individuos y empresas involucrados directamente en la crisis de Ucrania, pero, al modificar la legislación, Londres puede sancionar a cualquier persona o compañía que se considere de interés para el Kremlin.

Este proyecto de ley busca que “nadie piense que es inmune a estas sanciones”, ha agregado mientras no ha descartado la incautación de propiedades rusas en territorio británico.

La jefa de la Diplomacia británica ha indicado que lo que evitará que el presidente ruso tome medidas contra Ucrania “es que entienda los costes de esa acción”.

 

En medio de la escalada de tensiones entre Rusia y el Occidente por Ucrania, el primer ministro británico, Boris Johnson, propuso el sábado a los socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) duplicar el número de tropas desplegadas en Europa del Este ante la supuesta amenaza del Kremlin.

Tras esta retórica bélica, el Reino Unido envió también 30 tropas de élite y alrededor de 2000 lanzadores de misiles antitanque a Ucrania y se comprometió a enviar más fuerzas de la OTAN al Báltico.

Además, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que enviarían tropas estadounidenses a Europa del Este “en el corto plazo”. Al mismo tiempo, el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) ha puesto a unos 8500 soldados en “alerta máxima” con miras a enviarlos a la región cerca de la frontera de Rusia.

Por otra parte, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) también ha anunciado que enviará aviones de combate y barcos adicionales a Europa del Este.

Todos estos movimientos se producen mientras Rusia ha rechazado en varias ocasiones las acusaciones del Occidente de que está planeando invadir a su vecino ucraniano, asegurando que su presencia militar en la zona responde a la necesidad de defensa y disuasión ante la amenaza de un posible ataque de la OTAN y Ucrania.

Es más, los mensajes alarmistas del Occidente sobre la inminencia de una guerra entre Rusia y Ucrania han recibido la crítica del mismo presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien responsabilizó el viernes a Washington y sus aliados de alimentar un pánico que ha afectado la economía de su país, asegurando que el peligro no es tan inminente como alegan sus aliados.

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