Skripal, de 66 años, que continúa hospitalizado en estado muy grave, fue arrestado en Rusia en diciembre de 2004 por revelar secretos al MI6 y se refugió en el Reino Unido tras ser liberado en 2010 en un intercambio de espías.
The Times, al revelar que Skirpal continuaba viendo a sus contactos del MI6 en un restaurante, destacó que el espía ruso en cuestión era uno de los espías más valorados por la Inteligencia británica, cuyo seudónimo en el MI6 era Forthwith (significa “inmediatamente” en español).
La ministra británica del Interior, Amber Rudd, presidirá este sábado una reunión del gabinete, que aglutina a unos pocos miembros del Gobierno y a la primera ministra Theresa May, para abordar el intento de asesinato de Skripal.
No hemos escuchado ningún hecho concreto, solo vemos los reportajes en la televisión donde sus colegas (de Serguéi Skripal) dicen enfáticamente que si es Rusia, habrá una respuesta que Rusia nunca olvidará”, afirmó el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
En reacción al intento de asesinato de Skripal (para algunos recuerda el caso del Alexander Litvinenko, un exagente del KGB (Comité de Seguridad Estatal de la Unión Soviética) asesinado en 2006 de la misma manera), el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró el mismo viernes que se trataba de “propaganda” antirrusa y “una agitación inútil” de informes sobre la presunta pista rusa en los hechos.
De igual modo, señaló que Moscú no había visto ningún “hecho concreto” que confirmara la presunta implicación del Gobierno ruso en la intoxicación del exespía.
“No hemos escuchado ningún hecho concreto, solo vemos los reportajes en la televisión donde sus colegas dicen enfáticamente que si es Rusia, habrá una respuesta que Rusia nunca olvidará”, comentó Lavrov a los medios.
Pese a todo ello, el canciller ruso prometió la cooperación de Moscú en cualquier investigación, ya sea la intoxicación de súbditos del Reino Unido" ya “algún otro asunto”.
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