• Británicos piden fin de austeridad para combatir aumento de racismo
Publicada: sábado, 21 de octubre de 2017 22:59
Actualizada: sábado, 21 de octubre de 2017 23:22

Sociedad civil, activistas y líderes políticos británicos le dieron un “Ya basta” a las expresiones de racismo, discriminación y crímenes de odio en Reino Unido.

Congregados en el norte de Londres, capital británica, centenares de personas de todo el país acudieron al urgente llamado para combatir el aumento del racismo en el Reino Unido.

Según cifras de la Oficina de Relaciones Interiores, Home Office, en 2017 se registraron más de 80 mil crímenes de odio. Es decir, 29 % más que en 2016. Junio de este año alcanzó el pico más alto con 6000 incidentes, cifra por encima del record de 5500 casos registrados en julio de 2016 luego del referéndum por el Brexit.

El objetivo de grupos de trabajo y las discusiones que transcurrieron desde tempranas horas fue crear coaliciones de apoyo a diferentes niveles contra todas las formas de racismo.

Tampoco faltó el llamado por la acción gubernamental contra este monstruo que ha puesto en jaque a la sociedad británica. La propuesta es que lucha contra el terrorismo vaya de la mano con la batalla por mejores viviendas, empleos y escuelas.

El propio Gobierno de Theresa May ha confirmado las urgencias de buscar vías para atacar el problema de las injusticias raciales. En un reporte publicado el pasado 10 de octubre sobre la situación racial del país puso en evidencia que tan sólo en términos policiales personas de las minorías étnicas y los negros tienen 3 y 6 veces más posibilidades de ser detenidos que una persona blanca.

Pero el problema va más allá y para muchos el reporte gubernamental es una estrategia de relaciones públicas más que un llamado a cambios reales.

Para muchos, el verdadero compromiso del Gobierno contra el racismo debe empezar con darle un mensaje de no bienvenida al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien tiene previsto realizar una visita de negocios al Reino Unido el próximo año.

Claudia Navarro, Londres.

xsh/mkh