Publicada: miércoles, 29 de marzo de 2017 11:49
Actualizada: jueves, 30 de marzo de 2017 0:05

El Reino Unido ha notificado oficialmente este miércoles a la Unión Europea (UE) su salida del bloque comunitario.

Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo (CE) —el órgano que reúne a los líderes de los países de la Unión—, ha recibido la carta firmada por la primera ministra británica Theresa May que invoca el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, puerta formal de la salida, la primera de un Estado en 60 años de historia de la UE.

Al término de dos años de negociaciones, la UE habrá perdido a un miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y potencia nuclear, y habrá ganado, a su pesar, un ejemplo que otros sentirán la tentación de seguir. A su vez, el Reino Unido podría quedarse sin Escocia o Irlanda del Norte si el descontento de alguna de ellas con el brexit (o ambas) acaba en independencia.

En ese escenario, tanto el Reino Unido como la UE se adaptarían a los cambios, pero no es el desenlance al que ninguna de las partes debería aspirar. En consecuencia, tenemos que trabajar duro para evitar ese resultado", ha escrito la primer ministra del Reino Unido Theresa May.

May presidió temprano una reunión extraordinaria del Gobierno, y se dirigía al Parlamento en el justo momento en que Bruselas recibió la carta. El encargado de entregar la carta ha sido el embajador británico ante la UE, Tim Barrow.

En la misiva, May reclama a la UE que en los dos años de negociaciones se fijen tanto los términos de la separación como los de la nueva relación, pero sus socios europeos ya han advertido de que el acuerdo comercial tendrá que esperar.

 

"En ese escenario, tanto el Reino Unido como la UE se adaptarían a los cambios, pero no es el desenlance al que ninguna de las partes debería aspirar. En consecuencia, tenemos que trabajar duro para evitar ese resultado", escribe May.

Las empresas británicas han advertido de que sería catastrófico que el Reino Unido abandonase las negociaciones y la salida de la UE se hiciera sin acuerdo, una situación implícita en la afirmación de que "es mejor que no haya acuerdo que un mal acuerdo".

Por otra parte, Tusk, que representa a los mandatarios del bloque, ha dicho tras recibir la carta que "no hay razones para pretender que este es un día feliz, ni en Bruselas ni en Londres", pero ha advertido que defenderá los intereses europeos en las negociaciones del brexit, ruptura que en el referéndum del junio de 2016 recibió el apoyo de la mayoría de los británicos.

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