Se ha permitido totalmente que persistan las prácticas de vigilancia del Gobierno británico y que lo hagan a una escala sin precedente, con graves consecuencias para la privacidad y la libertad de expresión de las personas”.
La denuncia fue presentada después de que el mismo caso fuera sometido dentro del Reino Unido el pasado diciembre, sin una sentencia favorable. La medida judicial se basa en las revelaciones hechas por el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), Edward Snowden, acerca del espionaje realizado por Estados Unidos y su aliado británico.
“Se ha permitido totalmente que persistan las prácticas de vigilancia del Gobierno británico y que lo hagan a una escala sin precedente, con graves consecuencias para la privacidad y la libertad de expresión de las personas”, ha criticado mediante una nota el asesor jurídico de la AI, Nick Williams.

A continuación, el experto legal de AI ha subrayado que “nadie” está por encima de la ley y ha asegurado que ha llegado el momento oportuno para que TEDH lo demuestre.
Las organizaciones de Liberty y Privacy International están junto a AI en esa iniciativa que busca hacer rendir cuentas a Londres. “La vigilancia masiva es una violación de nuestros derechos fundamentales”, ha señalado Carly Nyst, directora de asuntos jurídicos de Privacy International.
A juicio de Nyst, interceptar “millones de comunicaciones” de forma diaria y al mismo tiempo recibir “secretamente” otros millones de datos de la NSA supone un hecho “innecesario y desproporcionado”.
El comunicado de AI además alerta que el programa de espionaje del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno británico (GCHQ, por sus siglas en inglés), conocido como TEMPORA, posibilita el acceso por parte de Londres a “enormes cantidades de datos sobre millones de personas”.
Esto se produce después de que el pasado diciembre el Tribunal de Poderes de Investigación británico (IPT), que tiene jurisdicción sobre GCHQ, el MI5 y el MI6, dictaminó que las prácticas de vigilancia británica están conforme a los derechos humanos.
El pasado mes de marzo, Wikimedia Foundation y otros grupos también demandaron en Estados Unidos a la NSA por excederse en las prácticas que les otorga la ley de vigilancia de inteligencia extranjera desde 2008.

En 2013, Snowden provocó una polémica internacional cuando arrojó a la luz detalles de la extensión de los espionajes y monitoreo de las comunicaciones electrónicas llevadas a cabo por la NSA y su equivalente británico, GCHQ.
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