En dicha publicación, el Ejecutivo británico ve en los “emergentes” mercados iraníes varias oportunidades y, a continuación, ofrece una guía a las compañías para realizar transacciones con el país persa en las épocas pre y pos-sanciones antiraníes.
Londres agrega que está preparando al sector comercial del país con miras a aprovechar de esa oportunidad nada más levantadas las sanciones contra Irán, impuestas por Estados Unidos y sus aliados, bajo el pretexto del programa nuclear iraní con fines pacíficos.
Asimismo recuerda que, para promover los lazos comerciales con el país persa, el Gobierno británico ha prometido abrir pronto una oficina en Teherán, capital de Irán, y precisa que los beneficiarios de la primera fase del levantamiento de sanciones, pertenecen a los sectores de la banca y seguros, petróleo, gas, petroquímica, transporte, piedras preciosas, incluido el oro.
Las empresas británicas, advierte Londres, firmarán acuerdos condicionados en Teherán para garantizar que sus futuras actividades están permitidas en el marco del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), alcanzado el pasado 14 de julio entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).

El JCPOA busca eliminar las sanciones a cambio de algunas restricciones al programa de energía nuclear de Teherán.
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