• Ejercicio de entrenamiento de Hezbolá en Aaramta, sur del Líbano, mayo de 2023.
Publicada: sábado, 13 de septiembre de 2025 17:58

El Movimiento de la Resistencia Islámica de Líbano (Hezbolá) advierte que desarmar a la resistencia abriría la puerta a una nueva invasión israelí.

Hassan Ezzedine, representante de Hezbolá en el Parlamento libanés, ha asegurado que cualquier intento de desarmar a los grupos de Resistencia equivaldría a destruir la capacidad defensiva del país y abriría paso a una nueva invasión terrestre, parte del proyecto expansionista del régimen israelí en la región.

Durante la ceremonia de graduación de estudiantes en Al-Duwair, Ezzedine ha subrayado que el armamento de la Resistencia constituye “poder y garantía de la seguridad del Estado y del país”.

Ha señalado que, en 2017, el Ejército libanés se benefició de las capacidades de la Resistencia para enfrentar a grupos takfiríes, considerados, a su juicio, una amenaza existencial y la otra cara del enemigo sionista.

 

El parlamentario ha advertido que desarmar a la Resistencia sería un intento peligroso de privar a Líbano de su capacidad defensiva, lo que podría desembocar en una nueva invasión terrestre, similar a lo ocurrido en Siria.

Además, ha enfatizdo que las armas no solo pertenecen a Hezbolá, sino a la mayoría del pueblo libanés, que no está dispuesto a entregarlas, considerándolas garantía de unidad y soberanía.

El pronunciamiento se produce tras la aprobación, el 5 de agosto, por el gabinete libanés de un plan, impulsado bajo presión del enviado especial estadounidense Thomas Barrack y sin la participación de representantes chiíes, para “concentrar el armamento en manos del Estado” y reforzar la presencia del Ejército en zonas fronterizas.

Hezbolá ha advertido que el plan contradice el derecho de Líbano a defenderse, y su secretario general, Sheij Naim Qassem, calificó la decisión del Gobierno como “sumamente peligrosa”, señalando que viola el pacto nacional y pone en riesgo la seguridad del país.

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