• Miembros del brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
Publicada: lunes, 10 de agosto de 2020 9:24

HAMAS advierte que los enemigos de El Líbano tratan de debilitar el eje de Resistencia en este país aprovechando la situación tras la explosión en Beirut.

Ismail Rezvan, uno de los dirigentes del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), destacó el domingo que lo ocurrido en El Líbano fue una gran tragedia y catástrofe, pero advirtió sobre los intentos expansionistas y las intervenciones extranjeras que se llevan a cabo a través de la ayuda internacional.

“Nosotros y El Líbano compartimos el dolor, el sufrimiento y un destino común. [Los enemigos] quieren que El Líbano vuelva a caer en la pobreza, los problemas y las disputas internas”, afirmó la alta autoridad, citada por la agencia local Safa.

Luego de denunciar lo que llamó ‘voces de discordia’ que piden la tutela francesa sobre El Líbano, Rezvan advirtió que el propósito de estas intervenciones es incitar a la Resistencia y expulsarla de la sociedad libanesa. “Nuestro pueblo rechaza todos los llamados a la tutela francesa”, enfatizó.

Ante tal situación, pidió al pueblo libanés que aproveche la oportunidad para “preservar la unidad nacional y el arma de resistencia”.

Asimismo, pidió a los países árabes su colaboración en la restauración del puerto de Beirut e instó a la comunidad internacional a levantar el injusto bloque impuesto a El Líbano, detener la interferencia extranjera y dejar al país árabe libre de la tutela.

 

El pasado 4 de agosto, el puerto de Beirut, la capital libanesa, fue testigo de una explosión masiva que dejó más de 150 muertos y miles de heridos, por lo que se declaró el estado de emergencia en el país por dos semanas.

Solo dos días después de la tragedia de Beirut, el presidente francés, Emmanuel Macron, viajó a El Líbano, para solidarizarse con el Gobierno y el pueblo libaneses y prometer ayuda, empero, criticó a las autoridades locales y puso condicionamientos para la entrega de los suministros, conducta que generó rechazo en diversos sectores.

Según analistas, Macron todavía considera a El Líbano una colonia de su país y en su viaje a Beirut no descartó la posibilidad de imponer sanciones contra algunos funcionarios libaneses, en el caso de que no implementen las reformas relativas a la lucha contra la corrupción.

Por su parte, el presidente libanés, Michel Aoun, advirtió que ninguna potencia colonial podría regresar a El Líbano y que los autores de la sangrienta explosión de Beirut no estarían a salvo.

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