La inflación en Estados Unidos continúa en aumento, el desempleo crece y se pierden empleos en sectores clave de la economía.
En agosto, los precios al consumidor subieron un 2,9 %, frente al 2,7 % registrado en julio. El incremento se refleja principalmente en el costo del combustible, que a nivel nacional aumentó un 1,9 %, y en California el precio del galón de gasolina fluctúa entre 4,69 y 5,82 dólares, según la calidad y el lugar de compra.
Los precios de la canasta básica también afectan los bolsillos de los consumidores: la carne subió un 4,1 %, los huevos 10,9 % y el café 4,9 %, según el Buró de Estadísticas Laborales. La industria del turismo ha sido una de las más afectadas, con boletos de avión que aumentaron un 5,9 % y tarifas de hoteles un 2,3 %.
El desempleo sigue en ascenso. El Departamento de Trabajo reportó 27 nuevas solicitudes de ayuda por pérdida de empleo en los últimos meses, un claro indicador de despidos. Muchos pequeños negocios, según sus dueños, están al borde del cierre, si no es que ya han tenido que suspender operaciones.
Ante este panorama, el próximo martes funcionarios de la Reserva Federal se reunirán para analizar la solicitud del presidente Trump de reducir las tasas de interés, una medida que, según economistas, podría ser contraproducente para una economía estancada y con alta inflación.
Fernando Mejía, Los Angeles
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