En concreto, los despidos afectarán a 1107 funcionarios y 246 empleados del servicio exterior, según la cadena estadounidense CNN, que señala que el Departamento estima en 3000 el total de trabajadores que serán despedidos, incluyendo las salidas voluntarias.
La eliminación de estos puestos forma parte de un plan diseñado por el secretario de Estado, Marco Rubio, para centralizar y consolidar las operaciones del organismo sin afectar su funcionamiento.
Rubio ya había informado al Congreso en mayo pasado sobre su intención de reducir en un 15 % la fuerza laboral del Departamento de Estado en EE.UU., que actualmente cuenta con 18000 empleados.
Según el jefe de la diplomacia estadounidense, el objetivo de esta reestructuración es optimizar una “burocracia inflada que frena la innovación y asigna de forma inadecuada los escasos recursos”, además de eliminar vestigios de una “ideología política radical”.
De acuerdo con reportes de The New York Times, la reorganización de la plantilla afectará principalmente a las oficinas dedicadas a derechos humanos y a los refugiados, cuya labor será ahora asumida por las oficinas regionales.
Como parte de los recortes, cientos de oficinas y agencias serán cerradas en línea con las políticas de Trump, quien ha atacado programas de diversidad, igualdad e inclusión, así como la asistencia internacional a través de la ya desmantelada Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).
Esta decisión se produce tras un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que respaldó al magnate republicano, permitiéndole retomar los despidos masivos en agencias federales, una medida que, según la administración, busca mejorar la eficiencia institucional.
En este contexto, la Asociación del Servicio Exterior de Estados Unidos (AFSA, por sus siglas en inglés), sindicato y organización profesional que agrupa a diplomáticos y funcionarios de carrera del Departamento de Estado, emitió un comunicado en el que se opone “rotundamente” a lo que considera el desmantelamiento de una “fuerza diplomática de primera línea” en medio de un “momento de gran inestabilidad mundial”.
Today's purging of State Dept. employees is a blow to our global influence. The impact will echo for years. We stand with the workforce & those who know that professional, non-partisan diplomacy isn't expendable. We won't stop fighting to defend it.
— AFSA (@afsatweets) July 11, 2025
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“Esta decisión envía una señal errónea tanto a aliados como a adversarios: que Estados Unidos se está retirando de la escena mundial. Mientras los aliados buscan la confianza de EE.UU. y los rivales prueban su debilidad, la Administración ha optado por marginar a los profesionales mejor preparados para afrontar este momento”, señala el comunicado.
En febrero, Trump ordenó al secretario de Estado, Marco Rubio, que reformara el servicio exterior para garantizar la ejecución fiel de su política exterior. Además, reafirmó su promesa de “limpiar el Estado profundo” despidiendo a burócratas considerados desleales o que se volvieron en su contra tras su salida de la Casa Blanca.
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