Este es el momento en el que las banderas de la entidad sionista y del régimen imperial estadounidense arden en llamas a pocos metros de una Casa Blanca amurallada y con un presidente que se esconde de sus ciudadanos a causa de sus crímenes de lesa humanidad y colaboracionismo con el terrorismo israelí.
Mientras tanto, la policía ejerciendo la mayor proporción de brutalidad posible, intenta arrestar a esta joven manifestante. Los oficiales utilizan repelentes tóxicos contras propios y extraños. Ni siquiera se salva la prensa cubriendo el evento. No obstante, una masa de manifestantes encierra a los uniformados y logra liberar a la joven detenida por estos custodios armados hasta los dientes.
Miles de ciudadanos de todo el país hacen acto de presencia ante la Casa Blanca con esta “marea roja” que tengo a mis espaldas. La denuncia de estos es la colaboración tácita y entreguismo de la Administración del Presidente Joe Biden las atrocidades genocidas de la entidad sionista.
Desde antes de 1948 y hasta nuestros días, la entidad sionista lleva a cabo un proyecto colonial de ocupación y limpieza étnica en Palestina. El pasado 7 de Octubre vino a revelar ante el mundo, el extremismo y barbarie de la entidad sionista. Pero también se ha podido constatar cómo Washington es el motor del genocidio a través de sus conexiones con el sionismo terrorista.
Marcelo Ali Sánchez, Washington
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