Estados Unidos ha aceptado este viernes que es “razonable evaluar” que las armas que le ha suministrado a Israel se han usado de maneras que son “inconsistentes” con el derecho internacional humanitario, pero que “no hay pruebas concretas ni suficientes” para vincular el armamento provisto por EE.UU. al ente sionista con violaciones o que esto tenga que conducir al corte del suministro de armas.
“Dada la importante dependencia de Israel de artículos de defensa fabricados en Estados Unidos, es razonable evaluar que las fuerzas israelíes han utilizado artículos de defensa cubiertos por la NSM-20 desde el 7 de octubre en casos incompatibles con sus obligaciones en materia del derecho internacional humanitario o con las mejores prácticas establecidas para mitigar daños civiles”, apostilla el informe presentado por el Departamento de Estado al Congreso.
Sin embargo, señala que las garantías dadas por el régimen de Israel y ciertos países de que se han utilizado las armas suministradas por Estados Unidos, de conformidad con el derecho internacional humanitario, eran “creíbles y confiables”.
El informe surge del mandato de un memorando de seguridad nacional (NSM-20), firmado por Joe Biden en febrero, para evaluar si los destinatarios de armas estadounidenses cumplen con las leyes de derechos humanos.
Administración Biden evita determinar incumplimiento israelí
Los demócratas críticos con Israel, incluido el senador Chris Van Hollen, han acusado a la Administración Biden de “eludir” las difíciles decisiones que implicarían tomar una determinación formal sobre el incumplimiento israelí.
En cuanto al informe, Van Hollen lo califica de contradictorio. “Si bien la Administración llega a esta conclusión general, no realiza el arduo trabajo de realizar una evaluación y elude las preguntas fundamentales que el informe fue diseñado para determinar con respecto al cumplimiento del derecho internacional”.
Se han llevado a cabo múltiples revisiones de incidentes específicos de violaciones perpetradas por Israel en Gaza en el Departamento de Estado durante meses, pero si ha habido algún hallazgo, el secretario de Estado, Antony Blinken aún no lo ha hecho público.
ctl/rba