Esta es la tercera jornada de protestas contra el régimen de Tel Aviv y sus líderes genocidas. Es la primera vez que en las calles de Estados Unidos se ven semejantes manifestaciones de solidaridad con el pueblo palestino.
Miles acuden a una cita que también representa a las vidas negras, a las comunidades inmigrantes y a todo aquel que es oprimido por sistemas injustos y coloniales. La lucha es internacional.
No obstante, a pesar de la presión social en Estados Unidos, la Administración del presidente Joe Biden ha sido demasiado cautelosa como para condenar los crímenes de guerra israelíes.
Mientras que solo un grupo de legisladoras ha condenado al régimen de Tel Aviv, la realidad es que este sigue siendo destinatario de miles de millones de dólares asistencia militar en base a las contribuciones fiscales de los ciudadanos.
Como nunca antes los estadounidenses, así como los palestinos viviendo en el país se han volcado a las calles para exigir el fin inmediato del genocidio del pueblo palestino por parte del régimen de Tel Aviv.
Y es que movimientos sociales como Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan), así como el Movimiento de los Derechos Humanos de los Inmigrantes se han convertido en catalistas importantes de una corriente de opinión pública que ya no cree en la misma narrativa de décadas pasadas sino que exige el respeto a los derechos humanos.
Hace poco, los ciudadanos de Estados Unidos le dijeron basta a la violencia policial, así como al trumpismo y sus fascistas. Hoy, el enemigo es peor y, este se encuentra en el otro lado del mundo. Es un tirano que pretende eliminar a un pueblo, sus niños y futuro solo para ocultar su corrupción y decadencia. Lo que no sabe este tirano es que los pueblos que despiertan ya no pueden ser engañados.
Marcelo Sánchez, Fort Lauderdale.
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