Llega otro 11 de septiembre: el decimonoveno aniversario de los atentados en Estados Unidos. Cuatro aviones fueron secuestrados para atacar diferentes zonas del país.
Como ya es costumbre, se celebran actos conmemorativos. El presidente estadounidense, Donald Trump, participó en una ceremonia en Shanksville, Pensilvania, donde el Vuelo 93, uno de los cuatro aviones, se estrelló en un campo, tras una pelea entre pasajeros y secuestradores. En su discurso, Trump mencionó cómo el país se unió después de los ataques, sin indicar las divisiones actuales en torno a la violencia racial.
Los ataques del 2001 sirvieron como excusa para comenzar la guerra de Afganistán y a la adopción por parte del Gobierno estadounidense y sus aliados, de la política denominada “guerra contra el terrorismo” que causó la muerte de cientos de miles de personas en Asia Occidental. Una guerra aún continúa.
La presencia de Estados Unidos en la región no acabó con el terrorismo. Pero sirvió a las compañías estadounidenses a vender más armas. Días antes, el mandatario estadounidense, ajeno del discurso político, admitió que las altos militares del país están sedientos de guerras.
A 19 años de los atentados del 11 de septiembre, muchos detalles siguen sin ser aclarados: El papel de Arabia Saudí en la financiación y cómo los autores, se burlaron de las medidas seguridad para lanzar los ataques que dieron paso a una masiva injerencia de Estados Unidos en Asia Occidental, que ha causado la muerte de cientos de miles de civiles.
fdd/mkh
