Las víctimas de la policía en Estados Unidos se cuentan por miles. Pero nadie cuenta los “otros” muertos como Frank Ordoñez. Este padre de familia y conductor de UPS (transporte estadounidense United Parcel Service) sufrió un atraco y fue secuestrado en 2019. La Policía terminó acribillando indiscriminadamente a justos y pecadores. Su hermano y familia aún no han visto justicia alguna en este caso.
Mientras recordamos a Ordoñez y a otros más, a pocos metros un grupo de trumpistas celebra el cumpleaños de su líder bajo el lema “Ley y Orden”. Concluye el evento y los asistentes van saliendo en sus coches solo para encontrarse con este grupo de jóvenes que pide justicia para las víctimas de la Policía. Quizás embriagado por copas o por ardor republicano un trumpista, aún desconocido, decide atropellar con su coche a esta muchacha que tomaba fotografías.
Irónicamente, el sospechoso del vehículo quien salía del evento de la “Ley y el Orden” ahora está buscado por la Policía. No obstante, a pesar de lamentables incidentes como este, algunos ciudadanos culpan a los uniformados de ser una “elite” que obstaculiza la justicia y que más bien promueve la represión aliándose con el discurso político actual.
Quitarle fondos a la policía y desmilitarizar a los uniformados simplemente ya no es suficiente. Y es que las exigencias de los ciudadanos trascienden aquello y se van hacia la reestructuración total del sistema, en donde la brecha socioeconómica; la brecha racial en base a las leyes existentes desaparece y se conforma una sociedad civil en base a principios sociales y de respeto al bienestar común.
Marcelo Sánchez, Miami (Florida).
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