• El secretario de Estado de EE.UU. habla con los periodistas antes de llegar a Bagdad (la capital iraquí), 7 de mayo de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: miércoles, 8 de mayo de 2019 10:37
Actualizada: miércoles, 8 de mayo de 2019 14:20

El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, viajó por sorpresa a Irak en medio de las tensiones provocadas por Washington contra Irán.

La autoridad estadounidense en su viaje al país árabe se ha reunido con las autoridades iraquíes como el primer ministro, Adel Abdel-Mahdi, y con el presidente, Barham Salih, para abordar “las amenazas provocadas para EE.UU.”.

“El propósito de la visita es informar a los altos funcionarios iraquíes sobre el flujo de amenazas que hemos visto”, manifestó Pompeo el martes después de abandonar el país árabe.

Los analistas creen que el viaje del exjefe de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) se realizó en el marco de “presionar a Irán” después de que Washington enviara el portaviones USS Abraham Lincoln al Golfo Pérsico para contrarrestar, a juicio de Washington, “las provocaciones de Irán contra los intereses estadounidenses en la región”. 

Ante el militarismo de EE.UU. en el Golfo Pérsico, Teherán ha considerado ‘desfasado’ el envío de un portaviones a la región.

El propósito de la visita es informar a los altos funcionarios iraquíes sobre el flujo de amenazas que hemos visto”, manifestó el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, después de abandonar el país árabe.

 

Washington ha presionado en vano a Bagdad para que secunde su estrategia antiraní, sin tener en cuenta los fuertes lazos históricos que unen a ambos países.

Las autoridades iraquíes han agradecido en numerosas ocasiones al país persa su apoyo a Irak en la lucha antiterrorista. A finales de 2017, gracias al asesoramiento militar persa, el Ejército iraquí y las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) lograron liberar su país de las garras de EIIL (Daesh, en árabe).

Las autoridades estadounidneses critican los lazos fructíferos entre Teherán y Bagdad en un momento en que los funcionarios iraquíes urgen a Washington sacar sus fuerzas militares del país árabe debido a generar la inseguridad allí.

Después de que el Gobierno de Bagdad se alzara con la victoria frente a Daesh, las autoridades estadounidenses prometieron “reducir gradualmente” su presencia en territorio iraquí; no obstante, en agosto de 2018 Washington aseguró que el contingente norteamericano —estimado en 5200 efectivos— permanecerá en Irak “el tiempo que sea necesario”.

La presencia de tropas estadounidenses en Irak ha suscitado críticas y condenas de parte de diversas facciones políticas iraquíes, que acusan a Washington de crear grupos insurgentes y extremistas, y de sumir al país en el caos tras la invasión de 2003.

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